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Estatus migratorio y derechos humanos

Independientemente el estatus migratorio de las personas, sus derechos humanos siguen vigentes, aun cuando hayan entrado en territorio estadounidense sin permiso y vayan a ser deportados, tienen derechos humanos que deben respetarse.

Por Oscar Luna

Una de las mayores preocupaciones de las personas que no tienen sus documentos migratorios en regla es que en el momento de ser deportados se les trate mal, no puedan tener acceso a un abogado, pierdan contacto con sus familiares, y la fantasía de terror crece al grado de pensar que les puede detener indefinidamente sin que nadie sepa, o sus familiars no puedan ubicarlos.

Es importante señalar que independientemente el estatus migratorio de las personas, sus derechos humanos siguen vigentes, aun cuando hayan entrado en territorio estadounidense sin permiso y vayan a ser deportados, tienen derechos humanos que deben respetarse.

Cabe recordar que la administración anterior batió record en el número de deportaciones de personas indocumentadas, no obstante el discurso conciliatorio en favor de sacar adelante una Reforma Migratoria Integral acorde con la realidad, que solucionara la situación en millones de personas que viven, trabajan y contribuyen en este país aún sin tener sus documentos en orden, el gobierno el presidente Barak Obama deportó a miles de personas indocumentadas.

Desde luego el inicio de una nueva administración conlleva cambios, desafortunadamente para quienes no tienen documentos que les autoricen vivir y trabajar en éste país, y que llevan muchas veces años residiendo en algún estado de la Unión Americana, siempre con miedo, a las sombras, con el fantasma de la deportación pegado a elllos como una segunda piel; desde el inicio de las eleciones primarias y el posicionamiento de los precandidatos de cada partido, fue muy claro que si se elegía un presidente republicano su situación sería aún más dificil.

Desde el inicio de su candidatura Donald Trump prometió terminar con la inmigración, no sólo poner un alto a la inmigración sin registro, a los indocumentados de varias naciones del orbe que piensan aún en Estados Unidos como la tierra de las oportunidades y dejan todo en sus países de origen en busca de una mejor vida para ellos y para sus familias. Al tener una aufórica respuesta de sus simpatizantes continuó con su promesa de blindar el país de los extranjeros que desearan “venir a tomar ventaja” de los ciudadanos estadounidenses. Prometió el muro, y ya como Presidente, en los primeros 100 días de su mandato firmó una orden ejecutiva para prohibir la entrada a personas de seis países musulmanes.

La preocupación amenaza con instalarse en el ánimo de la población que se siente más vulnerable por el momento, los latinos y sobre todo los mexicanos, que en su mayoría pertenecen a lo que se conoce como familias mixtas, es decir que algunos miembros son ciudadanos estadounidenses por nacimiento -generalmente los hijos-, y en ocasiones los padres son inmigrantes indocumentados, lo cual los pone en riesgo de que sus familias sean separadas.

Es importante estar preparado en caso de ser posible candidato de deportación. Existen organizaciones que trabajan pro de los inmigrantes que pueden brindar asesoría, y los consulados de los países de habla hispana tienen oficinas de protección en sus sedes, en las que el personal puede proveer información, además de procurar ayuda a las personas de su país que así lo soliciten.

Un segmento de la población Latina emitió su voto a favor de los republicanos en la elecciones pasadas, pensando que al llegar a la presidencia Donald Trump sólo expulsaría del país a quienes cometieran delitos o hubiesen tenido roces con a justicia. Se equivocaron en su apreciación, hoy en día, numerosas personas que apoyaron al entonces candidato deploran que los hayan regresado a sus países de origen.

Incluso los jóvenes conocidos como Dreamers, quienes en teoría deberpian estar a salvo de ser deportados, han sido obligados a salir del país a pesar de tratar de comprobar que su expulsión fue injustificada, que no cometieron delitos y que su participación en el programa DACA los protege para permanecer en el país, terminar sus estudios y trabajar hasta por un periodo de dos años. De nada a valido que los medios de comunicación hayan dado enorme vuelo a esas notas, los abogados éstas personas no han podido lograr que regresen a sus casas, con su familia, y a su entorno cotidiano, porque en cada ocasión la contraparte estadounidense argumenta que de alguna manera se infringió la ley.
Es importante recordar que cualesquiera que sean las medidas que tome el gobierno, incluso en caso de que haya deportaciones masivas, los inmigrantes indocumentados tienen derechos humanos que deben ser respetados.

La prensa reporta que en ocasiones se han dado casos de violaciones de derechos humanos a inmigrantes en la frontera México-Estados Unidos, generalmente debido a la implementación de las políticas de control migratorio, como resultado de rigurosos controles fronterizos y con la intención de reducir el flujo de migrantes que pretenden entrar subrepticiamente. Las autoridades estadounidenses a cargo de reducir la entrada de personas sin permiso para permanecer en el país, incurren en ocasiones en malos tratos de las personas detenidas. Quienes se ven obligados a regresar reportan con frecuencia malos tratos recibidos por parte de la Patrulla Fronteriza, policías locales, además de haber sido víctimas en su travesía desde los países del sur, de los grupos criminales quienes explotan a los inmigrantes durante su viaje hacia la que consideran la tierra prometida.

Es importante señalar que la afluencia de inmigrantes originarios de México a la Unión Americana se redujo considerablemente durante los últimos años de la administración Obama, reforzar los cruces fronterizos con vigilancia más rigurosa redujo la afluencia de migrantes originarios del país vecino, aunque siguen llegando inmigrantes indocumentados de los países de Centro América y el Cono Sur.

Informe Anual de Amnistía Internacional 2016/17 registra que debido su proximidad geográfica con Estados Unidos México registra también una enorme afluencia de inmigrantes que atraviesan su territorio nacional rumbo al país en el que les han contado que con trabajo duro, esfuerzo y dedicación se puede lograr el éxito y el bienestar para todos los miembros de sus familias.

2016 hubo un aceleramiento de la crisis de los derechos humanos en América Latina, según el Informe Anual de Amnistía Internacional
“Se calcula – puntualiza el documento- que cada año unas 400.000 personas indocumentadas cruzan la frontera sur de México; el informe muestra que hasta octubre de 2016 se habían presentado 6898 solicitudes de asilo, pero sólo se les concedió la condición de refugiados a 2162 personas”.

El Salvador, Honduras y Guatemala son los países cuya situación política y económica obliga a más de sus ciudadanos a abandonar su tierra natal en busca de oportunidades.

La directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, Tania Reneaum Panszi, explicó después de dar a conocer el informe, que además “hay una crisis de solicitantes de refugio y migrantes que transitan por el territorio mexicano que no sólo buscan irse a Estados Unidos, sino que también quieren quedarse en México debido a la violencia de Centroamérica”.

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