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Huir de la enfermedad y no de las vacunas

Es indispensable, independientemente del país en que se viva, tomar conciencia de que prevenir las enfermedades cuesta menos que curarlas, tanto en dolor como en dinero.

Por Socorro Romero*

Las vacunas, son uno de los mejores recursos que hay para prevenir el desarrollo de algunas enfermedades que antes diezmaban la población y amenazaban con matar a la población entera de una ciudad.

Independientemente de la enferemendad que vaya a prevenir la vacuna es siempre una solución estéril, donde se encuentran gérmenes amortiguados o muertos -llámense bacterias o virus, que al ser introducidos por vía oral , subcutánea o intramuscular van a estimular el sistema inmunológico, es como crear un pequeñísima enfermedad controlada, para producir los anticuerpos, para que en un futuro, que se tuviera el contacto nuevamente con ese germen, los anticuerpos entran en acción y la enfermedad no se produce, o será mínima.

De esta manera, se han llegado a controlar o desaparecer muchas enfermedades que antes nos aquejaban.

Es por eso que es obligatorio que los padres lleven a vacunar a los hijos desde que nacen , se les entrega una cartilla de vacunación u otro tipo de registro dependiendo del país en el que residen, donde se lleva el control de las aplicaciones.

Es cierto que al nacer un bebe, adquiere cierta inmunidad que la madre le pasa, a través de la lactancia sobre todo del calostro, que es la primera “leche” que produce el seno para alimentar al recién nacido, pero esa protección desaparece, por lo cual se inicia la vacunación indicada.
También existe tipos de vacunación especiales, como para las personas que viajan a otros países, eso lo establecen las autoridades sanitarias de cada lugar, hay otro tipo de inmunización para mujeres embarazadas.

El órden de las vacunas se define de acuerdo al país en que se vive, las más frecuentes son la de La polio, que previene la poliomielitis que puede producir invalidez o hasta la muerte. BCG subcutánea por lo regular se aplica en el hombro, para prevenir la tuberculosis.

Algunas vacunas pueden durar para toda la vida como la que previene difteria , tétanos y tosferina, otra que se aplica en varias ocasiones es la que tiene como tarea mantener lejos al Sarampión, o la de la Varicela. Otras enfermedades que se pueden evitar por este medio son la infección crónica de hígado, insuficiencia hepática y cáncer de hígado, la Hib que evita la influenza o gripe es anual, y se puede aplicar en todas edades, de preferencia niños y tercera edad.

Otras vacunas que son requisito indispensable que los niños hayan recibido para su inscripción en las escuelas públicas de Estados Unidos son la del sarampión, paperas, rubeola, así como la que prevenir la hepatitis tipo A. Algunos padres, tienen duda en tratar la febrícula o fiebre que se diera post-vacuna, por pensar que se anula el efecto de ésta, es falso, la vacuna ya esta puesta y sirve.
No se trata de asustar, pero creo que llevar a vacunar a nuestros hijos es una obligación que los padres tenemos para con ellos.

Pasaron ya los tiempos en que a pesar de que los doctores conminábamos a los padres a que llevaran a sus hijos al centro de salud que les aplicaran las inmunizaciones y obtener su cartilla de vacunación, para evitar que por displiscencia la polio los atacara o que fueran víctimas de enfermedades que se pueden prevenir como difteria, varicela o tuberculosis, el miedo hacía que la gente no sólo no los llevara, sino que los escondiera cuando pasaban las personas de las brigadas de vacunación nacional.

Es indispensable, independientemente del país en que se viva, tomar conciencia de que prevenir las enfermedades cuesta menos que curarlas, tanto en dolor como en dinero.

* También Somos Americanos lamenta la pérdida de su colaboradora, la Dra. Socorro Romero, la recordamos con uno de sus textos, siempre preocupada por el bienestar de mujeres y niños.

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