Rafael Paz / Fernando Guzmán / Diana Rojas
La alopecia es un padecimiento dermatológico que, de acuerdo con Rodrigo Roldán Marín, responsable de la Clínica Oncodermatología de la Facultad de Medicina, “se refiere propiamente a la disminución en la densidad de cabello, puede ser desde caída, pérdida prematura de cabello o una condición donde propiamente existan áreas del cuero cabelludo que ya no tengan cabello”.
Aunque es una enfermedad asociada principalmente con el sexo masculino, ésta también afecta a las mujeres. De acuerdo con The Hair Loss Society hay en el mundo 35 millones de hombres y 21 millones de mujeres que la padecen. Y en México, según cifras de la Fundación Mexicana para la Dermatología, cinco de cada 10 hombres entre 20 y 30 años de edad sufren alopecia androgenética, número que aumenta a ocho de cada 10 varones en edades más avanzadas.
Rodrigo Roldán Marín comentó en entrevista que la alopecia “afecta a ambos géneros. Hay ciertas condiciones que afectan más a mujeres, hay ciertas condiciones que afectan más a los hombres. Por ejemplo, el lupus es una enfermedad que es más frecuente en mujeres, ese tipo de alopecia cicatrizal es más frecuente en mujeres. Mientras que la alopecia androgénica, inducida por hormonas, es un poquito más frecuente en varones, aunque también la hay de patrón femenino. Entonces dependiendo del origen o la causa de la caída de cabello, predomina más en uno u otro género”.
Por su parte, Rosa María Ponce Olivera, profesora de dermatología de la Facultad de Medicina, añadió que las mujeres también pueden sufrir alopecia “carencial, que es transitoria por estados como el embarazo, la lactancia y dietas especiales. O por hormonas masculinas en exceso que están depositadas en la piel cabelluda”.
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La especialista añadió que el padecimiento puede presentarse en mujeres de toda edad, incluyendo menores, porque la “alopecia areata, que es por estrés, es frecuente en los niños y los adultos; también la alopecia difusa que es carencial, está relacionada a anorexia, bulimia o dietas veganas. En edades mayores por cambios hormonales, ovario poliquístico o uso de hormonas, o afecciones agregadas como menopausia, hipotiroidismo, hipertiriodismo, diabetes, lupus, que son enfermedades autoinmunes”.
Otro elemento a tener en cuenta, apuntaron ambos investigadores, es cultural, ya que el cabello también cumple una función estética y cosmética para ciertos grupos sociales. Por ejemplo, las comunidades afrodescendientes trenzan su cabello y esto provoca daños a largo plazo que no están relacionados con la genética. Así lo explica el responsable de la Clínica Oncodermatología:
“La alopecia central centrífuga es más frecuente en mujeres de raza afroamericana, la alopecia por tracción, simplemente la caída de cabello se da porque se peinan restregado y constantemente se jalan mucho el cabello. Si tú todos los días estás así, la línea de implantación del pelo comienza a recorrerse hacia atrás”.
“No quiere decir necesariamente que los afroamericanos padezcan más de caída de cabello. Hay ciertas condiciones desde la fuerza prensil del cabello, a que el cabello sea más chino, o que por un tema cultural, la forma en cómo se arreglan el cabello y peinan. Eso sí puede influir. No es necesariamente que por un tema genético estén más predispuestas. Nosotros en Latinoamérica, y particularmente en México, somos fruto del mestizaje. Cómo nos vemos por fuera no quiere decir cómo estamos compuestos por dentro o genéticamente”.
La alopecia no es un padecimiento reversible, pero es posible, de acuerdo con Roldán Marín, poner un freno a los síntomas que la causan. Por ello es importante que sin importar el avance de la caída del cabello, los pacientes acudan con un especialista para tener un diagnóstico completo de las causas.
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“Es primordial tener un diagnóstico certero y dar un tratamiento específico. El tratamiento puede ir desde inducir nuevo crecimiento de cabello o simplemente, poner un freno de mano para evitar que se siga cayendo y la enfermedad no avance. Muchas veces eso para el paciente, en términos de su autoestima e imagen, tiene un impacto importante”.
“Mucha gente cree que el tema de la alopecia es un tema meramente cosmético o estético, después de lo que vimos que pasó en la entrega de de los Oscares con la con la esposa de Will Smith queda muy claro que para quien lo padece va más allá de eso, hay repercusiones en calidad de vida y en el estado emocional del paciente”.
Además, señaló el investigador de la UNAM, “las personas que tenemos cabello, no tenemos lesiones precancerosas y rara vez tenemos cáncer en la piel velluda. Pero alguien que pierde el cabello y que esa zona de la cabeza queda constantemente expuesta al sol, sufre quemaduras de sol en la piel cabelluda, que años después puede dar lugar a cáncer cutáneo. Entonces, el cabello no es nada más para que se vea bonito, cumple una función fisiológica importante”.