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La inteligencia de Albert Einstein

 

Albert Einstein está catalogado como un de las personas más inteligentes del siglo XX. Actualmente existe la duda, ¿su capacidad era natural o en realidad tenía ciertas características biológicas diferentes al resto de los mortales?

Antes de morir en abril de 1955, Einstein dejó indicaciones de ser creado y que sus cenizas se esparcieran en forma privada. Sin embargo, el patólogo Thomas Harvey, encargado de su autopsia no dejó pasar la oportunidad y se robó su cerebro.

Decidió desaparecer del radar con una única consigna: entregar parte de su motín a los mejores neuroanatomistas para descubrir el secreto de la genialidad de Einstein. Y así lo hizo. Durante los siguientes 40 años distribuyo láminas del cerebro a distintos médicos.

Gracias a eso, se realizaron dos estudios al respecto: “On the brain of a scientist: Albert Einstein” en 1985 y “Alterations in cortical thickness and neuronal density in the frontal cortex of Albert Einstein” en Neuroscience Letters, 11 años después.

El primero concluyó que el cerebro de Einstein poseía más células alíales que el común de las personas. Éstas se encargan de alimentar a las neuronas. Sin embargo, el estudio tenía fallas e inconsistencias.

El segundo, que fue más consistente, determinó que el cerebro del genio alemán posee una corteza más delgada que la media, lo cual compensaba con una densidad mayor de neuronas por centímetro cúbico.

Una persona normal posee 35 mil, mientras que Einsten poseía 47 mil. Esto quiere decir que las capacidades cognitivas de Eistein eran casi 35 por ciento superiores a las de una persona común y corriente.

Los resultados se reafirmaron años después, gracias a un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Florida, realizado a partir de la corteza cerebral.

La investigación se publicó en la revista científica Brain a Journal of Neurology, donde plantearon que existen anomalías en los lóbulos parietales de Einstein.

Lo relevante es que está zona se relaciona con el pensamiento simbólico, las aptitudes lingüísticas, así como el razonamiento y conceptualización de los problemas matemáticos.

Estas irregularidades, probablemente aportaron algunas de las bases neurológicas que explican sus grandes aptitudes matemáticas, y es que aunque el tamaño de su cerebro era similar al de una persona normal, estructuralmente sí era distinto.

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