Por Karina Escamilla
Es el nuevo proyecto del cineasta Alejandro Gonzalez Iñárritu, junto con Emmanuel Lubeski, que se inauguró en el marco del 70 festival de Cannes el pasado mes de mayo.
El proyecto es una inmersión total a la realidad virtual y a la realidad de tantos migrantes que cruzan el desierto en búsqueda de un futuro mejor.
Tras años de incontables entrevistas a migrantes, el cineasta mexicano ganador de 2 Oscares , por Birdman y The Revenant, hace ahora que el espectador experimente durante 6 minutos y medio el terror y la adrenalina de ser descubierto por la migra o de morir en el trayecto.
Un gran número de personas muere anualmente tratando de cruzar el desierto de Arizona, que cada vez se vuelve más mortal, 70% de ellos no son identificados.
Entre los compañeros virtuales se encuentra una madre con su bebé escondido, hombres y mujeres dispuestos a trabajar, o a reunirse con sus familias o dejándola atrás. Ese tránsito por el desierto, venciendo el clima, la deportación y la muerte. Donde los restos (la carne) de los migrantes se desintegran en la arena. Donde las personas transitan haciéndose invisibles para llegar a su destino.
La experiencia en el festival de Cannes inicia en un hangar cerca del aeropuerto, la instalación mide alrededor de 400 metros cuadrados, donde los participantes son trasladados y equipados con la tecnología VR y los descalzan para sentir la arena, donde se recorre el camino junto a otro grupo de migrantes virtualmente presentes gracias a la tecnología de realidad virtual, solo 6 minutos y medio, una probada del paso por el infierno.
Esta instalación después de Cannes se podrá experimentar en el mes de agosto en la ciudad de México en el Centro Cultural Universitario de Tlatelolco. También esta programada para junio en Milan, Italia, en la Fundación Prada y en julio en el museo LACMA de la ciudad de Los Angeles.
Carne y Arena es ese cruce tecnológico al futuro de la realidad virtual a través de llevar a los participantes a experimentar sensorialmente el cruce de los migrantes en el desierto, quienes arriesgan su vida con la esperanza de un mejor futuro.
Esperemos que esta instalación sirva para sensibilizar a la población y a los gobernantes sobre el tema migratorio, humanizando el fenómeno. Donde se analice también el porque la gente decide vivir este purgatorio y salir de sus países de origen, donde los migrantes se vuelvan fisicamente invisibles y virtualmente presentes.