Por Michel Olguin y Diana Rojas/UNAM GLOBAL
La idea de teleportarnos nos resulta fascinante. Nos metemos en una cápsula, presionamos un botón e instantáneamente, como en la serie televisiva de Star Trek, aparecemos en otro lugar muy lejano del Universo. No sólo es fascinante, sino que, de ser posible, sería un medio de transporte muy útil, planteó Saúl Ramos Sánchez, investigador del Instituto de Física de la UNAM.
Pero, podríamos preguntarnos ¿esto es posible? Hasta el día de hoy los científicos han sido capaces de teleportar partículas aisladas, tales como fotones y electrones. Para hacerlo, los estudiosos han utilizado un elemento fundamental de la mecánica cuántica, llamado entrelazamiento, descubierto en 1935 por los físicos Albert Einstein, Boris Podolsky y Nathan Rosen.
Dos partículas idénticas entrelazadas cuánticamente forman una pareja tan unida que, sin importar qué tan separadas estén, afectar a una provoca de inmediato una reacción en la otra. Aunque este efecto no le gustaba a Einstein, ha sido verificado experimentalmente desde hace más de 20 años y sirve para teleportar información, señaló el investigador.
“Por ejemplo, si quisiéramos teleportar un número 0 o 1 con ayuda de dos partículas entrelazadas, podríamos codificarlo en el estado cuántico de una partícula que esté aquí, y su compañera ubicada al otro lado del Universo recibiría la información instantáneamente”.
Sólo deberíamos indicarle a alguien del otro lado cómo codificamos el número en la partícula para que descubriera si le enviamos un 0 o un 1. Es este último paso el que impide que la información llegue más rápido que la luz, para tranquilidad de Einstein.
Con humanos u otro tipo de objetos
¿Sería posible teleportar humanos, animales u objetos? Después de todo, se trata de información y ya podemos hacerlo con esto, dijo el entrevistado.
Así, podemos imaginar dos cápsulas llenas de átomos y moléculas como las que componen un ser vivo, y que cada partícula de una cápsula estuviera entrelazada con otra en la otra cápsula. Podríamos llevarnos una de las cápsulas a Japón, concibió el investigador.
Entonces, si lográramos transmitirles toda la información de una persona a las partículas de la cápsula de aquí, esta información se transmitiría automáticamente a Japón. El resultado sería justamente la anhelada teleportación, reveló Ramos Sánchez.
Suena relativamente fácil, pero no lo es. El reto es primero aprender a descifrar y codificar la información contenida en los billones de billones de billones de partículas que componen un cuerpo.
Además, de que faltaría encontrar una forma de entrelazar un número así de grande de átomos y moléculas. Y, por si fuera poco, deberíamos impedir que se rompa el entrelazamiento cuántico de tantas partículas, cosa que también puede ocurrir.
Una preocupación adicional en la que los físicos ni siquiera manifiestan opiniones, es si aspectos como la conciencia y la personalidad también serían teleportados en ese conglomerado de partículas.
En la actualidad
En 2012, los científicos lograron teleportar información a casi 150 km de distancia entre las islas Canarias mediante fotones. No obstante, se busca romper este récord, ya sea en la Tierra o en experimentos más ambiciosos planeados para llevarse a cabo en el espacio.
Podemos decir que hoy la teleportación es real, y aunque aún no sirva para cosas macroscópicas (objetos o personas) y falten muchos años de investigación para resolver los problemas técnicos y conceptuales, es posible que un día no tan lejano la empleemos como un método de comunicación.
Quizá, un día muy distante, también seamos capaces de cumplir nuestro sueño de teleportar cosas, concluyó.