Una persona con una condición genética (amaurosis congénita de Leber) que causa ceguera, se ha convertido en la primera persona en recibir una terapia génica CRISPR-Cas9 administrada directamente en su cuerpo.
La tecnología CRISPR-Cas9 es una herramienta molecular utilizada para “editar” o “corregir” el genoma de cualquier célula. Eso incluye, claro está, a las células humanas. Es algo así como unas ‘tijeras moleculares’ capaces de cortar cualquier molécula de ADN haciéndolo además de una manera muy precisa y controlada. Esa capacidad de cortar el ADN es lo que permite modificar su secuencia, eliminando o insertando nuevo ADN.
Este nuevo tratamiento es parte de un ensayo clínico histórico para evaluar la capacidad de las técnicas de edición de genes CRISPR-Cas9 para eliminar mutaciones que causan una condición rara, la amaurosis congénita de Leber 10 (LCA10), para la cual actualmente no hay tratamiento disponible, y es la principal causa de ceguera en la infancia.
Cómo funciona
En concreto, los componentes de la maquinaria de edición genética se introdujeron en el genoma de virus manipulados, estos fueron inyectados directamente en el ojo, cerca de las células fotorreceptoras de la retina.
El objetivo es que estos virus manipulados «infecten» a las células e inyecten los genes que transportan, que son capaces de modificar una secuencia concreta del genoma de las células de la retina. En concreto, eliminan una mutación en el gen CEP290, que provoca la amaurosis congénita de Leber. Dicha mutación impide el correcto funcionamiento de los fotorreceptores de la retina.
«Es un momento emocionante«, dice Mark Pennesi, especialista en enfermedades hereditarias de la retina en la Oregon Health & Science University (OHSU) en Portland. Pennesi está colaborando con las compañías farmacéuticas Editas Medicine de Cambridge, Massachusetts y Allergan de Dublín para llevar a cabo el ensayo, el que se ha denominado BRILLIANCE.
Aunque las mutaciones en CEP290 desactivan las células sensibles a la luz llamadas fotorreceptores en la retina, las células aún están presentes y vivas en personas con LCA10. «La esperanza es que pueda reactivar esas células«, dice Pennesi. «Esta es una de las pocas enfermedades en las que creemos que realmente podría mejorar su visión».
Erradicación de mutaciones
Esta no es la primera vez que se intenta insertar la edición de genes en el cuerpo: un sistema de edición de genes más antiguo, llamado nucleasas con dedos de zinc (ZFN, del inglés zinc-finger nucleases), ya se ha administrado directamente a las personas que participan en ensayos clínicos. Sangamo Therapeutics de Brisbane, California, ha probado un tratamiento basado en ZFN para una afección metabólica llamada síndrome de Hunter. La técnica inserta una copia saludable del gen afectado en una ubicación específica en el genoma de las células hepáticas. Aunque parece seguro, los primeros resultados sugieren que podría hacer poco para aliviar los síntomas del síndrome de Hunter.
Por ahora, el uso de CRISPR-Cas9 en el cuerpo es un salto significativo, dice Fyodor Urnov, quien estudia la edición del genoma en la Universidad de California, Berkeley. «Es similar a un vuelo espacial versus un viaje en avión regular«, dice. «Los desafíos técnicos y las preocupaciones de seguridad inherentes son mucho mayores«.
Prueba clínica: «Single Ascending Dose Study in Participants With LCA10«. NIH