Los humanos hemos tenido la necesidad de explicarnos el origen y el por qué de lo que nos rodea, incluyendo alimentos y platillos mexicanos como el mole poblano, los chiles en nogada y hasta los tacos, sobre los cuales se han elaborado mitos y leyendas, afirmó Luis Alberto Vargas Guadarrama, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.
La palabra taco, ejemplificó, aparece en diversas fuentes hasta el siglo XX, pero hay quienes aseguran que hay antecedentes remotos.
“Parece ser que durante la excavación de Cuicuilco, en el preclásico muy antiguo, se encontró una figura de barro y alguien decía que lo que veía en ella era un flautista, pero ya bien observado por los arqueólogos parecía alguien comiendo un taco. Por desgracia, esa pieza se ha perdido. Creo que habría que revisar los museos y ver si muchas cosas que llamamos flautistas en realidad son representaciones de alguien echándose su taquito”, expresó bromista al participar en el conversatorio Leyendas de Platillos Mexicanos.
El antropólogo físico también compartió la historia de Artemio de Valle Arizpe, abogado que trabajó en el cuerpo diplomático mexicano y después en el Archivo General de la Nación, quien con datos concretos de archivos y gracia enorme creó las leyendas del mole poblano y los chiles en nogada.
Los historiadores se han encargado de demostrar que estas leyendas son producto de su ingenio, pero debido a la gracia y detalle con que narra, por ejemplo, cómo en el convento de Santa Rosa, en Puebla, Sor Andrea descubrió el mole poblano con el mismo placer con que se descubre una estrella, la gente la toma como historia.
Las leyendas de joyas culinarias mexicanas son parte de los elementos que nos dan identidad, cohesión social, y nos hacen sentir más mexicanos. Sin embargo, alertó el miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias, este proceso identitario se está perdiendo.
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El tabú de los insectos
En el conversatorio que formó parte de la Fiesta de las Ciencias y las Humanidades 2021, los expertos Erick de Gortari Krauss e Isabelle Sophia Pincemín Deliberos también narraron leyendas y mitos del maíz y bebidas como el pulque, y señalaron alimentos como las tortillas, que no tienen leyenda.
Isabelle Pincemín Deliberos, doctora en Investigaciones Antropológicas, coincidió en que la alimentación mexicana se ha empobrecido, en comparación con el mundo prehispánico, al no integrar a los insectos y otros productos. “Para los cristianos era tabú comer insectos, gusanos, los bichos no se comían. En las culturas hay una serie de tabús de lo que se puede y no se puede comer”.
En nuestro país, agregó, también se dio un mestizaje con la comida; algunos alimentos se integraron y otros se dejaron fuera. Además, se implementó que algunos eran ingeridos sólo por ricos, como una forma de reafirmar el estatus social.
Erick de Gortari Krauss, profesor del Colegio de Ciencias y Humanidades, se refirió a la importancia del maíz en las diversas culturas de la nación, de los mitos sobre por qué hay maíz de diferentes colores y los platillos a los que está asociado, así como a contextos mágicos o místicos.
El frijol también aparece en leyendas de los mayas de Guatemala y Honduras y en algunas de ellas se le concibe como un hijo o derivado del maíz, dijo en la charla difundida en las redes sociales de Universum, Museo de las Ciencias.