Por Jorge M.González
“Ella está puesta a la ventana, desierta de galanes. Vestida de luto y pensativa, …”
Así comienza “La Ventana”, del poeta venezolano José Antonio Ramos Sucre. Nacido en Cumaná el 9 de junio de 1890 y quien, víctima de su propia soledad, se suicidaría en Ginebra, Suiza, el 13 de junio de 1930. Era sobrino nieto del Gran Mariscal de Ayacucho. Su padre, Don Gerónimo Ramos Martínez, fue un intelectual aficionado. José Antonio Ramos González, ilustre Presbítero cumanés fue su tío y uno de sus maestros preferidos. Este, además de brindarle el caudal de sus conocimientos, le enseñaría latín, idioma que el poeta dominaría a sus escasos 16 años. Al terminar la secundaria hablaba francés, inglés, italiano y alemán. En 1917 obtiene el grado de Doctor en Ciencias Políticas en la Universidad Central de Venezuela luego de rendir en tres semestres los exámenes correspondientes a tres años.
Quienes lo conocieron coinciden que Ramos Sucre era muy inteligente, en muchas áreas autodidacta. Pero a su sapiencia le rodeaba siempre una gran tristeza y melancolía, alimentadas por su casi perenne estado de insomnio que lo llevó a recorrer innumerables veces y en horas nocturnas las calles de Caracas. Muchos de sus poemas muestran el gran sufrimiento producido por la fatiga mental de dicho trastorno del sueño. Su amigo Enrique Bernardo Núñez (1895-1964) llegaría a decir que Ramos Sucre era “…un poeta que cultivaba su dolor con alegría”. Su prosa vanguardista era incomprensible para muchos, pero le ganó la admiración y estima del mundo literario de su época. Su estilo particular le ha valido “el título” de ser considerado el poeta más sombrío de Venezuela. Eventualmente, su obra se apreciaría globalmente muchos años después de su muerte.
Hoy, en Venezuela, conseguir alimentos o medicinas es un calvario. El régimen solo produce excusas y se empeña en culpar “al imperio y la oligarquía.” El enorme agujero fiscal tiene como verdaderos culpables al despilfarro, la corrupción y las políticas económicas sin sentido. El país, a nivel mundial, tiene el peor crecimiento económico, la peor inflación y una altísima tasa de desempleo. Tiene la segunda tasa de homicidios del mundo y la tasa de mortalidad infantil se ha multiplicado por 100 en los últimos 4 años. La moneda ha perdido el 100% de su valor desde el 2012. El saqueo descarado al tesoro público lo comenzó el “comandante galáctico” con su revolución de promesas y derroche sin sentido, hoy lo continúa su “heredero.”
Ciertamente nos alegramos al ver ese “rayito” de esperanza “al final del túnel” que significó que la unidad opositora, intentando afrontar el desastre, se convirtiera en mayoría en la Asamblea Nacional. Hoy vemos como el régimen y las Instituciones que tiene “secuestradas” maniobran para “atarle las manos” y evitar su actuación en pro del país. Venezuela está cada día peor. Hoy, a 126 años del nacimiento del poeta Ramos Sucre y 86 de su muerte podríamos decir: Venezuela “… está puesta a la ventana, desierta de galanes. Vestida de luto y pensativa, …”