Hace unos días, se celebró el Día Mundial del Agua y a pesar de que hay razones para celebrar, también las hay para preocuparse.
En las últimas décadas ha habido logros importantes en garantizar el acceso al abasto a través de una llave que provee agua potable. Desde 1990 2.3 mil millones conocieron por primera vez este sistema básico y solamente en tres países del mundo más de la mitad de la población no lo tienen. En parte por ello, cada día mueren poco más de mil niños por consumir agua insalubre las sus consecuencias que ello genera.
Sin embargo, a nivel global son casi 750 millones las que siguen padeciendo para poder obtenerla. Debido al cambio climático, los expertos en el tema estiman que en los próximos años cerca del 40 por ciento de la población mundial sufrirá diversos niveles de desabasto del vital líquido.
Paradojas de nuestro tiempo, mientras el calentamiento global elevará los niveles del mar a un punto en que parte importante de las costas y algunas islas desaparecerán del mapa, el agua potable podría ser el recurso más valioso en el planeta.