En los Estados Unidos cada vez más divididos, no hay un problema en el que sus políticos y ciudadanos puedan estar de acuerdo. Sin embargo, esta situación cambia a veces, e incluso los más renuentes dejan de lado sus petrificadas convicciones cuando la realidad les salta a la cara y los sorprende, los sacude, los deprime, al enterarse de la muerte de más personas inocentes, víctimas de la violencia desatada y sin sentido , de tiroteos en masa, que cada vez más se llevan a cabo en las escuelas, desde Connecticut a Colorado, desde Texas a Florida.
Y una vez más el debate sobre la necesidad de salvaguardar el derecho de los ciudadanos a poseer armas para defenderse de posibles agresiones, garantizado por la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, es el centro de atención de esta sociedad y, en general, del mundo entero , después de que un estudiante mata a 17 personas y hiere a otras 16 en la escuela de la que fue expulsado en Marjory Stoneman Douglas High School.
The Washington Post publicó recientente un documento en el que se señala que los estudiantes que han sido afectados por actos de violencia con armas de fuego, desde aquel en Columbine, Co., hace 19 años, son más de 150 mil, en Al menos 170 escuelas alrededor la Nación.
Estos niños y adolescentes sufren las consecuencias psicológicas de los episodios. En la América del Sr. Trump, los tiroteos masivos son noticias repetitivas. A veces parece que estamos esforzándonos por la misma vieja historia. Primero, la conmoción, el dolor y la indignación por las vidas inocentes que se perdieron sin sentido. En segundo lugar, la furia y la impotencia, los grupos que luchan por el control de la venta de armas afirman que no se necesita un rifle semiautomático para defenderse. En tercer lugar, el cabildeo de N.R.A. llegar al escenario con todos sus dineros y viejos trucos (esta vez el presidente Trump dijo que permitir que los maestros traigan armas a las aulas puede ser una solución). Y luego, nada sucede. El ciclo se repite hasta la próxima masacre.
#NeverAgain, movimiento que transforma el miedo en lucha
Los sobrevivientes de la masacre de Florida han decidido que serán la generación que pasará a la historia como la que finalmente logró detener la violencia sin sentido, e inmediatamente después de la masacre comenzaron la campaña #NeverAgain, el movimiento que tuvo una respuesta sorprendente y el apoyo de las escuelas de toda la Unión Americana.
A través de las redes sociales, los sobrevivietes de Marjory Stoneman High School Douglas convocaron a una marcha nacional el 24 de marzo en la capital del país, March for Our Lives la llamaron, y de la misma manera que la multitudinaria Marcha de las Mujeres, otras marchas hermanas se han organizado en los diferentes estados de la Unión Americana.
Al principio dijimos que parecía que a veces la sociedad estadounidense parecía estar de acuerdo en un tema, y si, para empezar, todos condenan la masacre, el siguiente paso natural debería ser escuchar las voces de los niños para regular la venta abierta de R-15 y ese tipo de armas que dan la posibilidad de asesinar masivamente al que las maneja. Después de todo, como lo expresaron en un debate televisado, “esta es nuestra lucha ahora, tu arruinaste tu oportunidad”.