Por Erika Perez Cañón
En estos tiempos de caos, sería bueno hacer una pausa y reflexionar acerca de ¿cómo tener una buena actitud ante la vida, la familia, los amigos, el trabajo, etc.?
Todos nos hemos enfrentado a situaciones extremas, momentos en que no hay soluciones fáciles y en los que sin embargo tenemos que tomar decisiones, mismas que pueden afectarnos drásticamente tanto para bien, como para mal, cuando las cosas no salen como lo planeamos, cuando a pesar de nuestro esfuerzo el resultado no nos hace feliz…
Deberíamos de reflexionar un poco y pensar ¿por qué no encontrarle lo bueno a lo malo?, ¿qué me está queriendo enseñar esta situación?, ¿qué tengo que aprender de todo esto? Estas preguntas detonaron en mi interior, cuando al borde de una crisis emocional y sin esperanza de salir adelante, decidí tomar las riendas de mi vida y hacerme cargo del asunto.
¡Gran idea! A partir de ese momento empecé a agradecer todo lo bueno que tengo y deje de ser la víctima, para pasar a ser la protagonista del comienzo de mi nueva historia. Así fue como todo comenzó a cobrar sentido, deje de preocuparme y empecé a ocuparme, decidí buscar y buscar, hasta encontrarle “LO BUENO A LO MALO”.
Se dice fácil pero no lo es, se requiere de muchísima fuerza de voluntad y fuerza de carácter para detectar qué es lo que está pasando y tomar la decisión y abrazar el reto de cambiar para poder resolver conflictos y avanzar en tu vida.
Empecé por tener una buena actitud en todo momento, no sólo cuando las cosas iban bien, sino en todo momento y con esto me refiero a que en cualquier situación, siempre sustituía lo malo por algo bueno, a cada evento desafortunado trataba de encontrarle una enseñanza, también me aleje de las personas negativas que son incapaces de reconocer lo que ven de luz en su camino y busqué gente positiva, personas con las que pudiera aprender cosas nuevas y que al mismo tiempo yo pudiera enseñarles algo, y en la medida que empecé a agradecer y a buscarle lo bueno a lo malo, mi actitud cambió. Buscarle un sentido positivo a la vida, me ha traido muchas recompensas en especial, vivo más feliz.
Cuidado con la enfermedad del Pero
En la actualidad es muy común encontrar gente que siempre le encuentra “el pero a todo”, personas pesimistas que ni aún en el mejor de los escenarios y no obstante que la vida les sonría, tienen una enorme incapacidad de disfrutar lo bueno que encuentran a su paso.
Es verdad que no se puede vivir feliz todo el tiempo, los seres humanos nos aburriríamos enormemente y la vida sería muy monótona y sin sentido si todo nos saliera bien siempre, y dejaría de tener sentido aceptar los retos.
Desafortunadamente abundan las personas pesimistas, los vampiros de energía que sólo abren la boca para despotricar o quejarse, que siempre se sienten incomprendidos o víctimas de la vida o de los demás sin pensar en todo lo bueno que tienen en sus vidas. Para evitar caer en el juego de sombras que suelen ser sus vidas, retomemos los consejos de las abuelas, y procuremos “rodearnos de gente positiva e inteligente, que algo se pega”.