Un millón de euros costó elaborar tres hamburguesas de res.
Aunque ya se han obtenido algunos avances importantes para la elaboración de carne cultivada (in vitro), para producirla hoy en día aún hay grandes desafíos que superar, afirmó María Rubio, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
“Hasta ahora ya se han elaborado tres hamburguesas de res cultivando células satelitales de tejido muscular de bovino, pero el proceso se ha realizado cosechando cada fibra muscular de manera individual, lo cual fue largo y costoso (un millón de euros)”, indicó.
De hecho, actualmente hay diversos grupos de investigación en todo el mundo que intentan solventar las barreras tecnológicas que hay para que este desarrollo pueda escalar y se haga de forma eficiente. Por ello, la carne artificial todavía no es una opción real, mencionó.
En Israel hay empresas que investigan la obtención de carne de pollo, en Estados Unidos el enfoque es para cultivar las de bovino y cerdo, y en Europa están buscando la de bovinos. En realidad, puede lograrse de todo tipo, porque de las células satelitales del tejido muscular de cualquier animal se puede crearla in vitro”, explicó.
“Son varios grupos los que apoyan y financian estos proyectos: por un lado, está el de los veganos, vegetarianos y aquellos que se oponen a que se exploten y maten animales para comer; por otro, está el sector cárnico tradicional de países europeos y Estados Unidos, de los que yo tengo conocimiento. Claro, hay gobiernos y otras instituciones privadas que también otorgan ayudas para estas investigaciones.”
La especialista en ciencia de la carne recordó que el holandés Mark Post fue quien comenzó hace unos 10 años con estos experimentos. “Estuve un tiempo en su laboratorio, donde sólo se trabaja con bovinos. El proceso de cultivo empieza al extraer un trozo de carne después de la muerte del animal”.
La obtención de carne artificial se sustenta en los principios de la medicina regenerativa. “Desde hace muchos años se descubrió que los animales tienen células madre en la mayoría de los tejidos de su cuerpo, llamadas satelitales, con un potencial de proliferación muy alto y poca especificidad”. Su cultivo, aunado a la ingeniería de tejidos, ha servido para regenerar tejidos en pacientes con problemas degenerativos y otras patologías.
Esto llevó a los holandeses a pensar que si se podía hacer esa regeneración para ayudar a humanos, también podría lograrse lo mismo con el tejido muscular de animales comestibles, con lo cual sería posible “crear carne in vitro”, señaló.
Entonces lo que hicieron fue tomar células de tejido muscular de un bovino y las cultivaron hasta crear una hamburguesa, apuntó.
Desafíos
Con la producción de carne artificial se busca que haya una opción amigable con el ambiente y que aporte similar proteína de origen animal a la dieta de los seres humanos sin el costo del animal, puntualizó.
Son muchos los retos que aún deben enfrentarse en este ámbito; por ejemplo, cuando se cultivan las células musculares es necesario darles suero y éste también debe sacarse de animales, lo cual contraviene las premisas de quienes no quieren que se usen éstos para alimentar a los humanos; además, hoy en día el suero es un producto caro.
Entre los mayores desafíos para producir carne in vitro, está conseguir que la prolificidad de las células satelitales sea muy prolongada; es decir, hasta ahora, cuando se cultiva una célula satelital de músculo de bovino, ésta sólo puede dividirse entre nueve y 12 veces, esto hace que el proceso sea poco eficiente para obtener muchos kilos, agregó.
Creo que puede ser una opción alimentaria para el futuro, es una industria en desarrollo y hay muchas personas que creen en ella. “Más de 200 empresas en el mundo actualmente apoyan o están interesados en investigaciones que buscan hacer de la carne artificial un proyecto viable, eficiente y eficaz, es decir, amigable con el medio ambiente y que su costo de producción no sea tan elevado como con el proceso actual”, resaltó.
En conclusión, dicha innovación todavía se encuentra en una fase experimental y, por lo tanto, no es algo que vaya a ocurrir en el corto plazo, dijo María Rubio.