Actualmente, Estados Unidos y China viven una disputa comercial. En los primeros días de mayo, Donald Trump decidió aumentar los aranceles a los productos chinos, que es casi la mitad de todo el comercio del país oriental, y “esto afecta a cerca de 300 mil millones de dólares”, apuntó Dámaso Morales Ramírez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
¿Por qué Donald Trump hizo esto? De acuerdo con el entrevistado, podría tratarse de una política interna. “Hacer grande de nuevo a América fortalece su discurso de campaña y la propia reelección”.
¿Pero cuáles son las consecuencias reales de todo esto? Primero, el consumidor norteamericano pagará varios productos de consumo cotidiano a precios que pueden ser hasta cuatro y cinco veces mayores.
Después, las grandes empresas norteamericanas (sector eléctrico o la industria automotriz) que se alimentan de varios suministros provenientes de China, y aquellas corporaciones de alta tecnología se verán seriamente afectadas.
La respuesta del gobierno chino fue aplicar aranceles equivalentes a 60 mil millones de dólares que afectarán a Estados Unidos. La gran apuesta de China es aguantar hasta donde sea posible y esperar a las próximas elecciones. “En una de esas ganan los demócratas y los chinos esperarían a volver a los términos de negociación abierta”.