En la filosófica disertación acerca de quien influye a quien; si la sociedad se refleja en la cinematografía y la televisión, o estas son las directrices de nuevas corrientes e ideas en la sociedad, la respuesta en el contexto de este texto se convierte obsoleto…
Avengers Infiniti Waruna de las películas mas esperadas de esta temporada se libera de falsas modestias, y en un desafío a las viejas generaciones, manifiesta abiertamente la descarada idea no solo de que “el mal” si puede ganar, sino que no importa que delirante o absurda sea la razón del villano para hacer suyo el poder absoluto del universo, todo se vale (Sounds familiar?).
La raíz ideológica de la moral de “el bien y el mal ” proviene directamente de la influencia religiosa de Abraham, el mal se percibe generalmente como el opuesto antagonista dualista del bien, en el cual el bien debe prevalecer y el mal debe ser derrotado. El mal, en un contexto general, es la ausencia o opuesto de lo que se describe como bueno. A menudo, el mal se usa para denotar una profunda inmoralidad. En ciertos contextos religiosos, el mal ha sido descrito como una fuerza sobrenatural o diabólica. Las definiciones del mal varían, al igual que el análisis de sus motivos.
En las culturas con influencia espiritual budista, ambos, el bien y el mal son percibidos como parte de una dualidad antagónica que en sí misma debe ser superada a través del logroŚūnyatāque significa vacío en el sentido de reconocimiento del bien y del mal siendo dos principios opuestos, pero no una realidad, vaciando la dualidad de ellos y logrando una unidad.
En la historia de los Comics clásicos estadounidenses,con una fuerte influencia religiosa, en donde “el mal” siempre había sido vencido, festejar al villano abiertamente en la pantalla cinematográfica refleja los cambios ideológicos sociales en donde no es un accidente que los hombre más poderosos del mundo estén rompiendo los estereotipos y los ciudadanos voten por ellos, y gobernantes sean elegidos a re-elegidos para gobernar potencias mundiales sin tener el conocimiento político-social suficiente, pero adquiriendo poderes omnipotentes es sus países a gobernar.
Y aunque en la retórica cinematográfica la franquicia de Avengersencuentre más tarde la manera de revivir sus héroes más taquilleros, la idea esta puesta en la mesa, y se quedara reposando lo suficiente en su momento cinematográfico para terminar de moldear una fase más de las nuevas generaciones.
Por lo tanto, no nos extrañe ver que nuestros pequeños no quieran jugar a ser los héroes, y mejor decidan ser los malos o “the bad guy” porque “el malo” es el que puede todo, desafortunadamente.
