Por Oriana Ruvalcaba
Si de tradiciones se trata, los Latinos tenemos dos razones más para festejar en el otoño con la llegada del Halloween y el Día de Muertos.
Algunos puristas consideran que si los niños celebran, siguiendo su herencia cultural a los fieles difuntos, a quienes ya se nos adelantaron o como cada quien se quiera referir a los que ya no están en éste mundo, es casi un sacrilegio disfrazarse e ir de casa en casa siguiendo la costumbre del Halloween, diciendo a quien abre la puerta: “dulce o travesura” o “trick or treat”.
Sin embargo, ese es un falso dilema, dado que perfectamente se pueden celebrar ambas tradiciones y tener el doble de diversión. En el caso de los escépticos, tal vez pueda aliviar su preocupación de que se pierdan las costumbres de sus antepasados con el flujo de información con el uso de la tecnología, si le explican a los pequeños de su familia un poco del orígen de cada fiesta, del Día de Muertos que en México se celebra el 1 y 2 de noviembre; y de Halloween -que se ha extendido ya a casi todos los países de éste continente- que se lleva a cabo un día antes.
Halloween es una tradición de origen Celta que se extendió en países anglosajones como Irlanda, Gran Bretaña y Canadá, además de Estados Unidos. Se dice que también tiene influencia Romana y que ésta fiesta se dedicaba a Pomona, la diosa de las frutas y las cosechas, justo en cuando llegaba el tiempo de recoger el producto que había sido bendecido por la deidad.
Hasta hace años los niños se disfrazaban de brujas, vampiros, momias u otros trasgos de la amplia gama de perdonajes del imaginario colectivo que supuestamente deben asustar, sin embargo ahora también la tradición de Halloween está cambiando y los disfrases no sólo se limitan a caracteres que pudieran asustar, sino que también puede a tocar a su puerta un super héroe, ya sea Iron Man, el Capitán América, o la Mujer Maravilla (Wonder Woman), en miniatura, muy probablemente de la mano de su mamá o su papá, para que deposite un dulce en su bolsita de trick or treat.
El Día de los Muertos tiene para los Latinos un significado muy profundo, es una celebración resultado del sincretismo entre la cultura prehispánica y la española. Con su llegada a este continente los europeos trajeron el catolicismo, y una visión de lo que era la muerte distinta a la forma en que los pueblos originarios de éstas tierras la prehendían.
Mientras para la Europa Medieval la muerte era algo obscuro y macabro, y el momento de hacer el balance de los hechos de la vida de una persona y su alma podía terminar en el infierno quemándose por toda la eternidad, o ir al paraíso prometido; para los pueblos indios la muerte era concebida como un simple paso en el ciclo eterno de la existencia.
El día 1 de noviembre es el Dia de todos los Santos (o los muertos pequeños para algunas personas), y el dia 2 del mes es el Día de Muertos, ocasión para celebrar y recordar a los seres queridos que ya no están entre nosotros. Las familias instalan en sus casas las llamadas ofrendas, en las que se despliegan objetos predilectos del homenajeado, junto con su fotografía, además de los platillos y bebidas que más le gustaban cuando estaba en éste mundo.
Estas ofrendas son el elemento principal de la celebración, con sus flores de Cempasúchil, en algunos pueblos las personas van en las noches a adornar las tumbas de sus seres queridos como una muestra de que no se les olvida, y los panteones, se iluminan y se escuchan notas de canciones por doquier en lo que se vuelve una verdadera verbena popular.