Home » Diáspora y diplomacia

Diáspora y diplomacia

Diáspora y diplomacia

El capital social de la diáspora mexicana en la diplomacia consular

Selene Barceló Monroy

La investigación de Selene Barceló Monroy, recogida en el libro que hoy se presenta, evidencia un marco teórico sólido y un desarrollo consistente. Aporta una visión de perspectiva innovadora, removedora en relación con la diáspora mexicana en los Estados Unidos. Las conclusiones consideran la vía de articular estrategias viables para entender la diáspora, constituirla en factor de identidad y articular diversos proyectos con la participación de la diplomacia consular.

La articulación conceptual en torno a la identidad social y cultural con la participación de la propia diáspora ubica estos enfoques en un nivel superior del relacionamiento personal, social y político de las personas, las organizaciones públicas y privadas y el relacionamiento de los países.

Del análisis a la reflexión, lo que opera como un estigma para la diáspora mexicana, es posible revertirlo, invertirlo, para que se progrese, se avance hacia espacios de equidad, inclusión e integración.

La autora considera tres variables fundamentales en la investigación —capital social, diáspora mexicana, diplomacia consular— que operan como base para análisis y propuestas.

Precisamente, —de alguna manera es un propósito— se postula integrar la diáspora mexicana en las prácticas consulares e incentivar su potencial como instrumento de diplomacia pública para promover acciones de protección y asistencia consular de México en Estados Unidos.

En este sentido, Barceló Monroy propone en su libro una estrategia para la generación de capital social —confianza, normas de cooperación y reciprocidad— y con la potencialidad de motivar la conformación de grupos pro-diáspora como medio para ejercer un poder blando, a la luz del derecho internacional.

Tal vez resulte oportuna la lectura de algunos pasajes del libro para señalar aspectos ilustrativos del pensamiento académico que ha seguido la autora.

En el segundo capítulo, luego de indagar la teoría del capital social en la práctica diplomático consular en el primer capítulo, plantea la situación problemática de la imagen de la diáspora mexicana.

La historia de los ciudadanos estadounidenses de origen mexicano y de los migrantes mexicanos documentados e indocumentados está marcada por acontecimientos lamentables. A menudo se ha atribuido a las poblaciones de ascendencia mexicana la culpa de los problemas políticos y económicos estadounidenses. La construcción de un muro, la asociación de los mexicanos con la delincuencia y otras posiciones electorales similares expresadas durante las campañas primarias y generales de 2016, 2020 y 2024 también son parte de una historia más larga de representaciones negativas de los mexicanos en Estados Unidos. Los migrantes mexicanos en situación vulnerable y los ciudadanos de ascendencia mexicana radicados en Estados Unidos se convirtieron en blanco de acontecimientos adversos federales, estatales y locales. (Barceló Monroy, 2024:23)

Sin duda, persiste una imagen desfavorable de México y una narrativa de desprestigio antimexicana en Estados Unidos. Es urgente establecer una estrategia de diplomacia consular para generar confianza con la diáspora que desemboque en diplomacia pública para promover una buena imagen de México y su diáspora. (Barceló Monroy, 2024:27)

En el capítulo 4 — Construcción de capital social para reparar la imagen de la diáspora— se plantea: “La construcción y generación del capital social puede utilizarse para mejorar y reparar la imagen y reputación de un país, sus ciudadanos y su diáspora. (Barceló Monroy, 2024:39).  No obstante, si la historia de la diáspora mexicana en Estados Unidos registra persecusión, represión y muerte, existe al mismo tiempo otra dimensión de carácter ideológico y cultural que son los estereotipos. Estas imágenes mentales, manera colectivas de pensar, conforman una barrera de complejo abordaje.

Los estereotipos que desarrollan los ciudadanos estadounidenses sobre México están en el centro del problema de imagen que enfrentala diáspora mexicana en Estados Unidos. Los estereotipos se forman y mantienen mediante los siguientes procesos (Hilton y Von Hippel, 1996). Primero, fomento del estereotipo, donde las percepciones actuales se ven bajo el prisma de experiencias previas (Bruner, 1957). En segundo lugar, los efectos de asimilación, donde “los individuos a menudo son percibidoscomo más similares a su estereotipo de lo que realmente son” (Hilton y Von Hippel, 1996, p. 250). En tercer lugar, los procesos de memoria, en los que las personas que tienen estereo tipos fuertes tienen recuerdos que respaldan principalmente sus estereotipos (Von Hippel et al., 1995). Por último, los procesos atribucionales “que tienden a ser un componente generalizado de la percepción social” (Carlston y Skowronski, 1994). Los procesos anteriores funcionan individualmente o en conjunto y mantienen el estereotipo. (Barceló Monroy, 2014: 48, 49)

Los estereotipos se forman y mantienen mediante los siguientes procesos (Hilton y Von Hippel, 1996). Primero, fomento del estereotipo, donde las percepciones actuales se ven bajo el prismade experiencias previas (Bruner, 1957). En segundo lugar, los efectos de asimilación, donde “los individuos a menudo son percibidos como más similares a su estereotipo de lo que realmenteson” (Hilton y Von Hippel, 1996, p. 250). En tercer lugar, los procesos de memoria, en los que las personas que tienen estereo tipos fuertes tienen recuerdos que respaldan principalmente sus estereotipos (Von Hippel et al., 1995). Por último, los procesosatribucionales “que tienden a ser un componente generalizado de la percepción social” (Carlston y Skowronski, 1994). Los procesos anteriores funcionan individualmente o en conjunto y mantienen el estereotipo.

Tradicionalmente, las naciones optan por mejorar su imagen utilizando herramientas de diplomacia pública y las diásporas han sido relativamente ignoradas. (Barceló Monroy, 2024: 52)

El sexto capítulo formula una propuesta de solución al problema de imagen y desconfianza de la diáspora. La investigadora lo formula de la siguiente manera:

El problema de la actitud desfavorable hacia los inmigrantes es producto de la imagen negativa de México y su diáspora en Estados Unidos y del desconocimiento sobre sus contribuciones a la economía y la sociedad estadounidenses. Evidencia de ello fue el uso que han dado a la deteriorada imagen de la diáspora mexicana candidatos a puestos de elección popular para publicitar su oposición a la migración, ganar electores e influir negativamente a la opinión pública. Este fenómeno enardeció el sentimiento antiinmigrante a nivel nacional y afecta a miembros de la diáspora en su ámbito local, en mayor o menor medida, dependiendo de la localidad en la que radiquen. Por otro lado, la diáspora mexicana en Estados Unidos requiere de mayor acercamiento a las autoridades de su país de origen, y los consulados de México requieren la confianza de sus connacionales. Sin embargo, predomina la desconfianza y la escasez de normas de cooperación y reciprocidad entre la diáspora y los consulados (Barceló Monroy, 2020, 2023).

La iniciativa de encarar el problema de la desconfianza de la diáspora y su imagen desfavorable en Estados Unidos se apoya en una estrategia transversal de generación de confianza. Esa misión estratégica consiste en:

“…apuntalar el acercamiento de México con su diáspora, identificar liderazgos para su empoderamiento y generar grupos de pro-diáspora que participen en los procesos cívicos, económicos y culturales de su localidad para desplegar poder blando en foros como los distritos escolares, ciudades, condados y estados de cada circunscripción consular. La visión de esta estrategia es construir una imagen justa de la diáspora mexicana desde una perspectiva del capital social y aprovechar el tamaño de la diáspora mexicana, la gran infraestructura consular de México en Estados Unidos —única en el mundo— y la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil para educar, formar y transformar la opinión pública y actitudes antimexicanas de la ciudadanía estadounidense. (Barceló Monroy, 2024:72)

La autora sistematiza y formula los objetivos de la estrategia del siguiente modo:

1) empoderar a una diáspora mexicana de aproximadamente 37.3 millones y aprovechar la in­fraestructura consular de México en Estados Unidos, que es la más grande del mundo para generar confianza mutua;

2) mejorar y transformar la imagen, reputación y estereotipos sobre México y su diáspora con base en la construcción de capital social;

3) edu­car a la opinión pública para informarles de las contribuciones a la economía local de los trabajadores de ascendencia mexicana, propiciar políticas que protejan los derechos humanos de los mexi­canos, y evitar posibles políticas antinmigrantes, y

4) complementar las acciones consulares de defensa de los derechos de los migrantes para crear conciencia sobre el trato humano y justo que merecen conforme a derecho, y educar e informar a la opinión pública, au­toridades locales y ciudadanos estadounidenses. (Barceló Monroy, 2024:72)

Valgan, pues, estas notas y citas para dar, de alguna manera, la dimensión conceptual de la investigación.

La publicación de Barceló Monroy efectivamente cumple lo que propone hacer: “Este libro contribuye a llenar el vacío existente en la literatura aca­démica y bibliografía científica sobre capital social, diáspora mexi­cana y diplomacia consular.”

La obra tiene un propósito claro y destinatarios específicos: la diáspora mexicana en Estados Unidos y la diplomacia consular. No obstante, el alcance de la investigación, por el marco teórico, la construcción de categorías, el análisis metodológico y las conclusiones, se proyecta y se constituye en un material de consulta para el diseño de políticas y programas relativos a las migraciones y la movilidad humana permanente en los distintos territorios y países.

Finalmente, el trabajo académico que propone Barceló se sostiene desde una perspectiva focalizada en lo humano como don superior. Se comprende una vocación humanista que sustenta las ideas. De alguna manera, así también lo expresa uno de los epígrafes: La confianza y la conciencia social son fundamentales para el progreso humano.”

Jorge Nández Britos

Fundación Mario Benedetti

Montevideo, 1 de agosto de 2024

Please follow and like us:
Pin Share
RSS
Follow by Email