“Cuando me iba para México mucha gente me decía: ¿qué vas a hacer allá? Hacer periodismo en México es casi imposible porque te matan”, afirma la periodista ecuatoriana Gisella Rojas. Admira mucho el periodismo mexicano, “siento que los periodistas mexicanos son muy entregados a su profesión. Yo veía (en México) a periodistas que casi trabajaban 24-7 por hacer buen periodismo, sobre todo por tener convicción y amor a su carrera, a pesar de que no tienen las circunstancias más adecuadas, más seguras para ejercer la profesión”.
Soñaba con ser periodista: “Yo quería ser veterinaria, sin embargo, siempre me encantó leer. Cuando estaba en segundo grado (de la carrera de periodismo), y me mandaron a la calle, me di cuenta que eso era lo mío, desde ahí el periodismo y yo no nos hemos soltado”.
Al graduarse, la periodista de 24 años consideró que necesitaba saber más sobre periodismo de investigación, así que buscó en internet sobre la materia. Navegando encontró el diplomado que imparte el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en México. Obtuvo una de las becas que otorga la institución junto con la Fundación Ford y se mudó a México.
Durante su estancia en México, la joven periodista aplicó para un concurso en la Thomson Foundation sobre “periodismo móvil”, el cual consiste en contar una historia de impacto social sólo utilizando el celular: “Cubrí la caravana de migrantes que viajan hacia Tijuana, los seguí desde la Ciudad de México hasta Puebla, estuve con ellos tres días, los seguí, los grabé y eso mandé a la competencia y gané”. El CIDE le dio un reconocimiento por el logro, y viajó a Irlanda para recibir la distinción.
En Irlanda durante 10 días estuvo rodeada de profesionales dedicados al periodismo móvil, el cual, considera ella, está tomando relevancia en Europa porque en las redacciones, los periodistas ya pueden producir sus historias con el celular. La BBC estuvo ahí para explicar cómo están implementando este recurso en sus redacciones.
Se enteró de un curso multimedia impartido en Londres para utilizar redes sociales y todo lo que ofrece la tecnología para contar mejores historias, “y sobre el “storytelling”, para contar desde una investigación hasta una nota informativa.
“México me abrió las puertas de Europa. Yo siempre estaré agradecida, quiero muchísimo a México. México me inspiró mucho la solidaridad periodística que hay. Yo que llegué a México sin ningún contacto, siempre vi solidaridad en el medio. Tardaba más en pedir una fuente (de información) que en seguida me la daban; no sólo conmigo, sino con todos los compañeros del CIDE, veía que siempre se querían ayudar entre ellos para hacer buen periodismo”.
Indica que “la violencia contra los periodistas ecuatorianos no es tan alta como contra los periodistas mexicanos, no hay tanta impunidad como en México, pero tampoco significa que no pasa. No se pueden comparar las cifras porque es muy reducido, pero hace poquito pasó y fue horrible. Hacer periodismo en México es admirable”.
Concluye que invitaría a periodistas mexicanos a su país. “Tenemos mucho que aprender de ustedes. Ese fue mi paso por México, ahora estoy en Londres, y me vuelvo a mi país”.