Por Alfonso Totosaus
De haberlo sabido, El Principito hubiera dejado crecer en su planeta estos árboles, los boabads, así tendría el mercado cautivo de esta fruta en su planeta. Pero aquí en la tierra esta fruta está siendo postulada como un superalimento (si, otro). El fruto deshidratado del boabad es comercializado para la elaboración de jugos, raspados, bebidas para deportistas, bebidas energéticas y refrescos de bajas calorías. También se dice que puede ser utilizado en galletas libres de gluten o cereales para desayuno, además de su uso en barras energéticas.
El problema aquí es quizá el ver a esta fruta como el más reciente superalimento. El problema aquí es definir el concepto de superalimento. Un superalimento implicaría que su consumo nos haría más fuertes y saludables, algo así como las espinacas a Popeye. Pero la realidad es otra, pues los hábitos de alimentación (dieta y raciones), además del tipo de vida (sedentarismo y estrés), nos hace responder de manera muy diferente a la alimentación. Su consumo claro que podría mejorar la calidad de vida, pero depende de muchos otros factores. Entonces un superalimento parecería una categoría comercial, más que una alternativa en nuestra alimentación.
Los supuestos beneficios nutricionales de estos superalimentos (donde la lista se hace cada vez más larga, recordando la chia, amaranto y quinoa, entre otros) dependen como mencionamos de su consumo constante a fin de que los nutrientes que contienen hagan su trabajo en nuestro organismo.
El fruto del boabad tiene un alto contenido de fibra, de la cual ya hemos hablado aquí anteriormente. La fibra tiene la función de regular el tránsito intestinal, donde parte de esta fibra será utilizada por los microorganismos que viven en el colon (bacterias lácticas). Estas bacterias lácticas, o probióticos, al ser flora dominante ayudan a la mantener la salud. Como fruta, también habrá la presencia de compuestos de la cáscara que le dan color, y estos pigmentos tienen propiedades antioxidantes.
Además contiene vitamina C, la cual es también un antioxidante. Un factor importante es que hay reportes de que el fruto del boabad reduce la digestión del almidón e índice glicémico. Esto es, si se utiliza en la formulación de pan blanco, los componentes del fruto ayudaran a personas diabéticas a que al comer este pan no el azúcar en la sangre no se incremente.
Entonces, como cualquier fruta, el fruto del boabad tiene ingredientes que nos ayudan con la alimentación. Es decir, si se quiere presentar como el superalimento del futuro se debe demostrar que la fibra o los compuestos antioxidantes son mejores en comparación con los de otros frutos, lo cual no es muy probable, ya que la composición de la fibra y de los pigmentos es prácticamente la misma. Ya hablar de que tiene más de estos compuestos es otra cosa.
Encima de esto, la definición de superalimento tal cual no la tenemos, la etiqueta comercial es que ayudan a bajar de peso, dan más energía, y no aportan calorías. Sería mejor el llevar una balanceada, vigilar lo que comemos y dejar de creer en superalimentos mágicos. Más decente seria llamarlos alimentos funcionales, o nutracéuticos, son aquellos que ingeridos en las dosis adecuadas, pueden tener un efecto benéfico para la salud.
Cualquier alimento de origen vegetal, fruto o jugo, por su mismo origen contiene muchos muchos nutrientes, fitonutrientes, mejor dicho, los cuales al ser consumidos ya tienen un efecto sobre la salud. Una manzana al día mantiene alejado al médico, o algo así, pero la verdad es muy distante, sobre todo en las modernas sociedades con muchos alimentos procesados, los cuales no son malos, pero más de las veces carecen de los nutrientes que un alimento fresco, fruta o verdura, nos puede aportar.
El problema de estas modas es quizá la fuente misma del alimento. Es decir, es un árbol endémico de África, silvestre, donde al parecer la recolección de las frutas corre a cargo de cooperativas, y luego es comercializado por otras compañías. Esto limita la producción, implicando que si el mercado crece, los arboles tengan que ser cultivados, a fin de tener un desarrollo sustentable en su producción.
