En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, en la carrera de Ciencias de la Comunicación, existe un profesor que posee una doble personalidad. Se trata de José Ángel Garfias Frías, doctor en Ciencia Política, y luchador en sus ratos libres. El maestrouniversitario durante el día y se transforma en personaje de Lucha Libre por las noches.
UNAM Global lo visita en su cubículo lleno de afiches de animés, videojuegos y sagas. De pronto, aparece el académico universitario: “La Lucha Libre no distingue edad, género, condición o clase social, porque las arenas y los espectáculos están en cualquier nivel”.
Este deporte es parte de la identidad cultural de los mexicanos y la máscara es el elemento fundamental que nos identifica, refiere con ese tono didáctico con el que forma a los comunicólogos de la FCPyS.
José Ángel Garfias Frías también fue organizador del III Coloquio de Investigaciones de la Lucha Libre -el cual se llevó a cabo en el auditorio Pablo González Casanova de dicha institución, el pasado20 de septiembre-, y es especialista en las manifestaciones culturales más populares en el país, analiza el fenómeno de este tipo de encuentros, que fué una creación mexicana y que se ha exportado a diversos lugares del planeta.
A media entrevista, Garfias Frías acepta ponerse una de las dos máscaras que tiene sobre su escritorio, ocurre la transformación. Con el rostro cubierto por el mismo tejido de las que usan las grandes estrellas del cuadrilátero -la suya es azul y oro-, presenciamos la aparición de su alter ego.
—¿Cuál es tu nombre professional como luchador? –le preguntamos-.
—El Académico, y esta es mi verdadera identidad -responde con voz gruesa y estridente-.
“Me gusta desenvolverme en el ring, estoy ahí para la gente, que me vea, se enoje, y si es el caso, me miente la madre pero también estoy para que me aplaudan si hago algo bien”, asegura El Académico.
Confiesa que su máscara es su vida y todo lo que el profesor hace son payasadas. “Al doctor Garfias le digo que se vaya a la mierda porque no ha logrado algo que valga la pena”, afirma sin atreverse a expresar su otra personalidad, la de la máscara negra y dorada, la cual utiliza cuando le toca el turno de ser “rudo” sobre el cuadrilátero.
“Lo que yo he hecho realmente cuenta, pero allá él, que siga en su chamba”, dice El Académico.
“A lo mejor el desgraciado se gana muy buen varo, no sé qué haga, por qué está en esos asuntos, ni siquiera es académico, él sólo es un fan de los videojuegos, la animación y la Lucha Libre”, enfatiza.
Al quitarse la tapa, es momento del regreso del profesor, quien detalla que el enmascarado es muy importante para él, pero pocas veces aparece debido a su carga de trabajo. “Ojalá tuviera más oportunidad”.
Garfia
s Frías apunta que cuenta con dos máscaras, una auriazul y la otra negra, y las utiliza según sea la ocasión: técnico o rudo.
Con su otro yo, el profesor ha estudiado la Lucha Libre desde sus entrañas. Detalla que nunca fue luchador a nivel profesional porque para eso había que dedicarle tiempo completo, y él estudiaba la maestría, después hizo el doctorado, y a la par, impartía clases.
“Sé lo que es un entrenamiento desde fondo, cómo conectarse con el público y lo que pasa en las arenas, eso me sirvió muchísimo en mi vida profesional como profesor”, concluyó.
*UNAM Global