La lista de posibles tratamientos para el nuevo coronavirus (COVID-19) está creciendo rápidamente, e incluye un candidato poco probable: famotidina, que es el compuesto activo en el medicamento de venta libre para la acidez estomacal Pepcid.
El 7 de abril, los primeros pacientes con COVID-19 en el Hospital Northwell Health en Nueva York comenzaron a recibir famotidina por vía intravenosa, nueve veces la dosis requerida para la acidez estomacal. A diferencia de las otras drogas que el sistema de 23 hospitales está probando, incluido el sarilumab de Regeneron y el remdesivir de Gilead Sciences, Northwell mantuvo el estudio de la famotidina en secreto para asegurar su investigación antes de que otros hospitales, o incluso el gobierno federal, comenzaran a comprarlo.
“Si habláramos de esto con las personas equivocadas o demasiado pronto, el suministro de medicamentos se agotaría“, dice Kevin Tracey, un ex neurocirujano a cargo de la investigación del sistema hospitalario.
Hasta el sábado, 187 pacientes con COVID-19 en estado crítico, se habían inscrito en el ensayo, que apunta a un total de 1,174 personas. Los informes de China y los resultados de los modelos moleculares sugieren que el medicamento, que parece unirse a una enzima clave en el coronavirus 2 del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS-CoV-2), podría marcar la diferencia.
Pero la exageración que rodea a la hidroxicloroquina y la cloroquina, medicamentos antipalúdicos (medicamentos para tratar la malaria) no probados y promocionados por el presidente Donald Trump, algunos médicos y científicos, ha hecho que Tracey desconfíe de provocar un entusiasmo prematuro. Él mantiene silencio acerca de las perspectivas de la famotidina, al menos hasta que lleguen los resultados provisionales de los primeros 391 pacientes. “Si funciona, lo sabremos en unas pocas semanas“, comentó.
Fuente: Science
