La fuerza de la extrema derecha pugna por gobernar Chile. Nuestra comunidad, la literaria, con el conjunto de la ciudadanía estamos trabajando de manera intensa. Lo hacemos para impedir un gobierno rapaz, fundado en el desprecio, señaló Diamela Eltit, ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2021.
En el marco de la edición número 35 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara afirmó que este premio, “instaurado e inscrito desde el mundo latinoamericano, desencadena en mi flujos de memoria, escenas, momentos, tránsitos, sucesos imposibles de condensar de manera lineal. Hoy no puedo sino describir un modo aleatorio de temas, situaciones, interrogantes, gracias a los principios sociales de mi madre. Siempre estuve parada en la vereda izquierda de la cuadra del mundo, una vereda pensante y comunitaria. Jamás he traspasado ese territorio ético”.
Agregó que no puede dejar de señalar que experimentamos un tiempo inédito, marcado por la mundialización de la enfermedad y su contagio. Un tiempo que recuerda las pestes medievales, el confinamiento.
Recordó que su primera visita a Guadalajara fue motivada precisamente por la obtención del Premio -el primero que se establecía bajo el nombre de Juan Rulfo-, al poeta chileno Nicanor Parra. “Yo vivía en la Ciudad de México, trabajaba en la embajada en Chile”.
Contó que como lectora es completamente rulfiana, “es así porque Juan Rulfo es para mi un referente. La novela Pedro Páramo es una de las obras más valiosas del continente, consiguió otorgar una poética a los espacios no centristas, convirtió la muerte en un viaje inacabable con los tiempos. Fundió y confundió la ecuación muerte-vida para referirse al amor y al poder. Juan Rulfo acudió al fragmento para construir continuidades, convirtió la escritura en un conjunto de imágenes que se fijaron en cada uno de los imaginarios de los lectores. Comala fue el sitio más importante de la tierra literaria”.
Añadió que la literatura ha sido su centro, “de manera intensa la fusión literaria fue mi horizonte. Una parte de mi niñez y mi adolescencia se cursó en la lectura. Así, de manera simbólica, recorrí el mundo leyendo. Comprendí la complejidad que portamos cada uno de nosotros leyendo. Entendí que la realidad se parapetaba en los recodos de la ficción”.
Posteriormente, en conferencia de prensa señaló que vivió en Chile durante todo el tiempo de la dictadura. Fue una situación ominosa y dramática. “Mi situación no puede ser comparable a los miles de presos políticos de ese tiempo, a los desaparecidos, al exilio masivo de importante población chilena”. Después vino a México en 1990 cuando se reabrió la embajada de Chile que estaba cerrada, vino como agregada cultural. Vivió cuatro años acá y siempre ha dicho que un átomo suyo es mexicano. “Fue un tiempo liberador, importante, fue un privilegio”,