Por Naara Hanani Montes Cruz*
La maternidad es la función reproductiva de la mujer que comprende la gestación y el embarazo, el proceso inicia con la fecundación y termina con el nacimiento del niño, técnicamente conocido como alumbramiento. Las hormonas se encuentran implicadas en el proceso de la maternidad, el parto y la lactancia. Estas hormonas se originan en el cerebro y son responsables del instinto maternal facilitando la simbiosis madre-hijo.
La Fisiología también ha evidenciado que el deseo maternal tiene una base biológica que incluye la liberación de hormonas tales como los estrógenos, progesterona, prolactina y oxitocina entre otras.
La oxitocina es un neuropéptido que se comporta como una hormona cuando es liberada al torrente sanguíneo, tiene un efecto calmante y ansiolítico. También reduce la sensación de dolor, tiene efecto anti-estrés, disminuye el cortisol y aumenta tránsito gastrointestinal. Durante el embarazo esta hormona se encuentra inhibida, pero al momento del parto sus niveles aumentan, produciendo contracciones uterinas e iniciando el trabajo del parto.
Por su parte, la prolactina es una hormona femenina indispensable en la maternidad, también se encuentra en pequeñas cantidades en las mujeres no embarazadas y en los hombres. La prolactina fortalece el vínculo entre la madre e hijo favoreciendo la secreción de leche.
La Progesterona y los estrógenos (otras hormonas femeninas), son las encargadas de impedir la lactancia durante el embrazo, antes de que se genere el parto, pero cuando la mujer da a luz estas hormonas disminuyen rápidamente su concentración en sangre para que la leche pueda salir y entonces se pueda dar la lactancia, por estas razones la secreción de leche sólo se considera normal después del parto.
Otra función de la hormona prolactina, junto a la Progesterona y los Estrógenos, es estimular el desarrollo de la glándula mamaria durante el embarazo. Si la mujer luego del parto no amamanta a su hijo, entonces los niveles de Prolactina bajan a valores como los que se tenían previos a quedar embarazada. La Prolactina ayuda a evitar embarazos sucesivos, ya que bloquea la ovulación durante el tiempo que la madre amamanta a su bebé, pero esto no es 100% seguro.
Durante el tiempo de lactancia, cuando la madre se encuentra en un estado emocional de ansiedad, se libera epinefrina, hormona que inhibe la acción de la oxitocina en células de la glándula mamaria, logrando disminuir el riego sanguíneo, lo que provoca una disminución en la cantidad de leche.
Cabe además mencionar que escuchar música relajante durante el embarazo y la lactancia, genera beneficios como son el hecho de que los bebés nacen más relajados, lloran menos, duermen y se alimentan mejor, además de que son capaces de concentrar su atención durante más tiempo y aprender más rápidamente.
Por otra parte, es fundamental considerar adecuada alimentación para la mujer embarazada, pues la carencia de vitaminas, minerales y proteínas en la dieta puede ser causa de abortos, retraso mental, nacimientos prematuros, bajo peso al nacer o malformaciones. Así como el consumo de alcohol, tabaco y medicamentos sin prescripción médica.
Por lo que se recomienda que en la medida de lo posible, la madre acuda a su control prenatal, consuma proteínas animales o vegetales, frutas, hortalizas, tome agua y escuche música para que logre relajarse, por lo menos dos sesiones de media hora por día. Algunos pediatras consideran que el llanto del recién nacido se calma al escuchar la voz de la madre hablándole con cariño.
*Monserrat Pizarro Rodas, Blanca Irene Ketzalzin Meza Aupart, Patricia Vergara Aragón. Facultad de Medicina, UNAM