Sandra Delgado / Frank Medina / Dolores Rojas
Se creía que sólo la edad de la mujer era importante para concebir, pero hoy sabemos que el reloj biológico masculino también va en cuenta regresiva y que los años repercuten tanto en la fertilidad del varón como en la salud de su progenie. No hay una fecha exacta para tales efectos, aunque de los 40 años en adelante se considera ya paternidad avanzada.
En diciembre de 2022, investigadores de la Universidad de Utah y otras instituciones publicaron un estudio donde concluyen que la paternidad avanzada puede afectar la fertilidad, generar problemas en el embarazo y la salud de los hijos.
“Un padre envejecido tiene mayores posibilidades de que sus hijos padezcan acondroplasia, esquizofrenia y autismo, así como mutaciones puntuales llamadas ‘de novo’, es decir, sin antecedentes familiares”, afirma Juan Manuel Franco Garcés, académico del Departamento de Embriología de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Además, se sospecha que la edad del varón favorece alteraciones gestacionales, como parto prematuro y menor peso del bebé al nacer.
Falta investigar para determinar los riesgos de una paternidad avanzada, pero es un hecho que la calidad del esperma no significa infertilidad, aunque sí influye en su capacidad para llegar al óvulo, algo que a veces se agrava por problemas con la próstata, cáncer o disfunción eréctil (situación que con tratamientos puede mejorar).
El papel del padre en el embarazo es más importante de lo que se suponía, pues el 50 por ciento de la fertilidad es responsabilidad del hombre y hay otros factores que también influyen en la calidad del esperma.
“También sabemos que hay una baja concentración de espermatozoides cuando un hombre bebe alcohol de forma intensa, fuma, tiene hábitos sedentarios u obesidad. La edad no es un factor tan decisivo, pero sí baja ligeramente la capacidad de procreación”.
De acuerdo con el cirujano urólogo, el 85 por ciento de las parejas logran un embarazo teniendo relaciones sexuales sin protección durante el primer año, aunque el que un 15 por ciento no lo logre se considera una cifra alta.
“Cuando una pareja lleva 12 meses sin embarazarse pese a tener relaciones sexuales regulares sin protección, debe acudir con un experto en fertilidad. No sólo se debe estudiar la calidad del semen, sino ver que anatómicamente no haya una obstrucción o malformación que impida a los espermatozoides llegar a su destino, algo que con una revisión y cirugía se resuelve”.
En el caso del hombre dicho proceso se sugiere antes de un tratamiento oncológico o radioterapias, pues ambos son tóxicos para las células germinales o los espermatocitos. Aquí la recomendación es llevar el semen a bancos de conservación como precaución ante un posible deterioro. “El embarazo es un tema a tratar en pareja, por tanto no se puede establecer la ‘mejor edad para ser padres o madres’. Es un hecho que en las grandes urbes esto se retrasa más, pero con el diagnóstico, estudios y tratamientos debidos es factible lograr la concepción”.