En el segundo debate los candidatos a la Presidencia de México trataron temas sobre migración, pero ninguno de los cuatro parece tener idea clara de lo que la protección a los migrantes implica en Estados Unidos.
López Obrador propuso convertir los cincuenta consulados mexicanos en una suerte de red de procuradurías de la defensa de los migrantes. Sorprende, por decirlo amablemente, que proponga algo que ya está en marcha desde hace varios lustros, y la pregunta obligada es, ¿es puritita ignorancia del candidato de Morena o es voluntad de tomar crédito por una labor que se lleva a cabo día con día y que en mucho, da sentido a la existencia de la Red Consular de México en Estados Unidos y en todas partes del mundo en donde existen sedes diplomáticas mexicanas, aunque desde luego las más visibles por la cercanía y obvias razones son las que operan en la Unión Americana.
El señor López ignora que desde siempre, la vida de los migrantes ha enfrentado muchos retos y riesgos en la búsqueda de una vida mejor para ellos y sus familias, que nuestro país no ha sido capaz de proveerles desde que él militaba en el PRI. Desconoce que no sólo se enfrentan a discriminaciones y agresiones de las autoridades estadounidenses y las consecuencias de las modificaciones en materia de migración de la nueva administración, sino también de los otros grupos poblacionales, afroamericanos, indúes, asiáticos, todos pretenden ver a los latinos por encima del hombro, incluso los hispanos con más ingresos se arrogan el derecho de ser racistas con sus paisanos, si éstos tienen menores recursos económicos.
Los migrantes votan, su influencia en sus comunidades de origen es tangible, y ahora han tenido la oportunidad de registrarse y obtener su credencial de elector dejarán saber directamente su decisión acerca de quién es la persona que piensan es mejor –o menos peor-, a través de su voto que enviarán por correo podrán participar y dejarán saber a qué candidato apoyarán para convertirse en en próximo presidente de México, además de influir en la familia a la que envían dinero mes con mes.
Los migrantes no son tontos, no pretenda engañar su inteligencia haciéndoles creer que descubrió el hilo negro o que implementará una defensa que ya está en marcha desde hace décadas, independientemente del partido que está en el poder.
Ninguno de los candidatos viajó a escuchar cuáles serían las demandas o sus circunstancias de los mexicanos que viven del lado norte de la frontera de México , no obstante que está de moda hablar de los migrantes y de su importancia en la economía del país, dadas las enormes cantidades de dinero que envían cada año como remesas que las familias utilizan para su diaria manutención .
En la época en que el hoy Subsecretario para América del Norte, Carlos Manuel Sada Solana fungía como Cónsul General en Nueva York, los mexicanos que radicaban en el área triestatal le querían y respetaban porque se acercaba a ellos. Nunca fue un Consul de escritorio, iba a donde ellos vivían con su equipo a proporcionar los servicios que su representación tenía a disposición de ellos.
Acostumbrados al casi olvido del gobierno mexicano, los líderes comunitarios comenzaron a participar más activamente con el consulado, “alguien echó agua bendita en las puertas del Consulado de México”, decía un dirigente de los Hamptons en Nueva York, sorprendido del trabajo y el compromiso del Cónsul recien llegado.
Sada también se acercó las personas de origen mexicano que radican en Freehold, Passaic o Trenton, en New Jersey; o a quienes decidieron hacer su vida en New Haven o Hartford en Connecticut, por ejemplo.
Lo mismo hizo en Los Angeles, en California, fue hasta las ciudades en donde los mexicanos y personas de origen mexicano radican para escucharlos, y saber cuáles eran sus retos específicos y qué problemas debían solucionar, en todos los ámbitos.
Defender a los migrantes no sólo significa evitar abusos por parte de las autoridades, hay muchas otras agresiones a las que están expuestos en la vida cotidiana y muchas otras formas en las que se puede estar de su lado y hacer sus vidas menos difíciles.
Por ejemplo, desde antes de que existiéran las Ventanillas de Asesoría financiera el personal de los consulados proporcionaba información a los migrantes y se les explicaban que podían acercarse a abrir cuentas de bancos para depositar su dinero, en vez de guardarlo literalmente debajo del colchón, exponiéndose a ser asaltados en la calle o en sus casas, de todos era conocido que al tener la falsa creencia de que no podían tener cuentas bancarias, siempre tenían con ellos dinero en efectivo, incluso se les comenzó a llamar peyorativamente “cajeros ambulantes”, porque al asaltarlos en cualquier esquina podían tomar su dinero.
Y como Manuel Sada, muchos otros trabajadores del servicio exterior día con día llevan a cabo su trabajo de manera óptima, los empleados locales muchas veces toman los casos de protección de manera casi personal, comprometidos con las personas que buscan asesoría, y se aseguran que tengan la mejor ayuda legal que pueden contactar, haciéndo redes de apoyo con buffettes de abogados que trabajan pro bono porque en la mayoría de los casos, los recursos para resolver los problemas legales de nuestros paisanos mexicanos son muy limitados.
Son miles, los casos que protección a mexicanos que se han resuelto en Estados Unidos gracias al apoyo de los empleados de los Consulados mexicanos, y hay miles más, que al parecer, el señor López desconoce se están trabajando
Si, como predicen las encuestas el señor López realmenete obtiene la presidencia que ha buscado durante un tercio de su vida, será interesante ver cuál va a ser su respuesta ante la actitud del presidente de Estados Unidos y de los grupos que lo apoyan, que son su base, con la normalización del insulto en vez del diálogo y cuando el freno de lo politícamente correcto ha desaparecido por completo, y los antes racistas de closet muestran con orgullo su xenophobia sobre todo con la gente de piel color caramelo.
Será muy interesante ver cómo va a tratar de convencer al ciudadano estadounidense de cambiar su actitud, cuando el propio Donald Trump apoya a los Joe Arpaio –quien fungió como Sheriff de Maricopa, Arizona desde 1992 hasta 2016-, conocido por sus excesos de fuerza en el trato a los migrantes mexicanos.