Resultado directo de la revolución digital que recorre el mundo desde hace una generación, los medios de comunicación tradicionales son cada día menos relevantes, mientras la llamada social media abre las puertas a un nueva realidad en que la comunicación tiene tres rasgos principales: se expresa en los mobiles, su principal formato es el video y su contenido es horizontal, global e instantáneo. Incluso en México.
En el 2018, la sociedad va por un lado y sus grandes medios de comunicación por otro. Por ello, desde diversos espacios de la sociedad surgen nuevos mecanismos de comunicación que responden mejor a las dinámicas del nuevo milenio. Esto es, se trata de herramientas diseñadas para los dispositivos móviles, que tienen en el video su principal fortmato en y un contenido horizontal, global e instantáneo
Plataformas digitales, como el Tech Review y Conecta (que nacen del Tec de Monterrey), UNAM Global y KlicMobile (desde la Ciudad de México) o el propio También Somos Americanos, son parte del crecimiento de nuevas expresiones que, desde el ámbito profesional contribuyen a atender el hambre de información y conocimiento de una sociedad cada día más distante de medios que nacieron en el siglo pasado y, frecuentemente, ahí se quedaron.
Según PricewaterhouseCoopers, el gigante consultora londinense, en los próximos tres años, en el mundo se registrará una caída promerio de un 8 por ciento en la industria de los perióricos impresos. En otras palabras, se consolidará una clara realidad: los lectores de noticias en papel seguirán siendo la misma cantidad que los que había en los años 70,s, cuando la población mundial era mucho menor.
Por otro lado, según la misma fuente, el principal crecimiento en la industria de la información y las comunicaciones, de un 6 por ciento al 2021, se registrará en el negocio de los videos para internet.
En México, las tendencias corresponden a la mayoría de los paises de desarrollo medio. Tanto el crecimiento de la conectividad wireless, como la explosión en el uso de los llamados smart phones, son notables. El uso de las “redes sociales” es tan alto como en muchos países ricos, por ejemplo Inglaterra, aunque hasta hace poco el comercio digital correspondía al países de mayor atraso tecnológico, por ejemplo Egipto.
En lo que tradicionalmente se consiera una de las funciones principales funciones de los medios, la generación y distribución de información, el 2018 se perfila como una gran encrucijada para el país: las elecciones presidenciales, la definición sobre el futuro del Nafta (pilar en la relación económica más importante del país), los medios tradicionales intentarán –sobre todo gracias al Mundial de Futbol–, frenar sus tendencias hacia abajo.
Salvo las plataformas digitales, que mantienen un notable ritmo de crecimiento en sus audiencias –en casos como Global, las plataformas del Tec y algunos sitios periodísticos, de tres digitos en el último año–, la televisión abierta sigue el camino de esa industria a nivel global: para inicios de la próxima década habrá más personas y durante mayor tiempo, en el internet, que frente a un televisor.
En un país en el que por décadas buena parte de los espacios periodísticos giraba en torno a El Lector, –uno sólo, el poder político–, hasta las propias “redes sociales” han sido invadidas por hordas de zombies digitales que, más allá del carácter catartico que pareciera natural a estas plataformas, buscan construir una opinión pública artificial, tan sesgadas como la mayor parte de las encuestas publicadas.