Por Michel Olguín/edición: Francisco Medina/UNAM Global
Algunos recuerdos los guardamos toda la vida y otros pasan desapercibidos y desaparecen de la memoria
Por Michel Olguín/edición: Francisco Medina/UNAM Global
Algunos recuerdos los guardamos toda la vida y otros pasan desapercibidos y desaparecen de la memoria
Algunos recuerdos los guardamos toda la vida y otros pasan desapercibidos y desaparecen de la memoria rápidamente pero, ¿a qué se debe esta condición?
De acuerdo con Federico Bermúdez Rattoni, investigador del Instituto de Fisiología Celular, el aprendizaje es el proceso por el cual adquirimos información y cuando la necesitamos la evocamos a través del proceso de la memoria, también conocida como los recuerdos.
No obstante, añadió el entrevistado, el organismo no puede almacenar toda la información que adquiere día a día; de tal forma que existe la memoria a corto y mediano plazo. La primera dura poco tiempo y se trata de una información no muy relevante.
En cambio, la segunda al tratarse de datos importantes para la vida del individuo, se acumula por largos periodos de tiempo. Así, este tipo de aprendizaje se guarda por dos aspectos: la reiteración y las emociones.
Memoria a largo plazo
Cuando una persona utiliza una información constantemente, la guarda a largo plazo. Por ejemplo, explicó el académico, al marcar frecuentemente el número telefónico de las pizzas o hamburguesas el cerebro conserva el dato.
La otra forma de almacenar los recuerdos a largo plazo es a través de las emociones. Es así que siempre recordaremos el día de nuestra boda, el nacimiento de nuestro primer hijo, e incluso hasta el primer día de clases, concluyó.