Finalmente, después de un largo proceso de selección de la persona ideal para completar el binomio del Partido Demócrata a participar en las próximas elecciones en Estados Unidos, el ex vicepresidente Joe Biden eligió a la senadora demócrata por California Kamala Harris, quien fuera su contendiente durante la elección del candidato por ese instituto político a la presidencia, como su compañera de fórmula.
Desde luego esta noticia causó controversia, dado que durante los debates para elegir al candidato demócrata, Harris atacó duramente a Biden, sin embargo, para un amplio sector de la sociedad estadounidense el mensaje es claro, se trata de lograr una fórmula incluyente en todos los sentidos, comenzando por el ámbito de género, y que sea evidente la importancia y el peso que se da a la pluralidad étnica, dado que la senadora por California es descendiente de inmigrantes.
La decisión se ha calificado de histórica, por ser la tercera vez en la historia de esa nación que una mujer es postulada para la vicepresidencia, y la primera vez que una mujer de color es elegida para la candidatura, de madre Hindú y padre jamaiquino, Kamala Harris también es considerada asiática-americana.
Después de que en marzo Joe Biden dijera que consideraría a una mujer con su compañera de fórmula, la lista ascendía a 11 personas. El proceso de elección fue exhaustivo, las candidatas atendieron a varias entrevistas, algunas de manera virtual y otras en forma presencial. Entre las preguntas que se formularon estaba desde luego cuál sería su agenda si fuera elegida como pareja de fórmula en las próximas elecciones presidenciales, así como cuál cree que sería el sobrenombre el que Trump le designaría.
Desde luego la noticia causó un enorme beneplácito dentro de amplios sectores de la sociedad estadounidense, sobretodo en la población afroamericana, y especialmente las mujeres, quienes desde luego no se sienten representadas por la actual administración, sino todo lo contrario, como lo demuestran las múltiples protestas en favor al respeto de la vida de los afroamericanos, dentro del Movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan).
Sin embargo, hay quienes no están convencidos con la decisión de elegir a Harris como pareja para gobernar, consideran que no será un apoyo para Biden, dado que ella tenía su propia agenda como candidato y quería ser presidente.
Además, hay quienes no olvidan los ataques directos a Biden durante los debates para elegir al candidato presidencial, en el sentido de oponerse al programa anti segregación racial en California cuando Harris era niña, los escépticos no están convencidos acerca de la elección, y le reprochan a la senadora el no sentir remordimiento ni ofrecer disculpas, no obstante que, según una foto de las notas del ex vicepresidente publicada por un periódico de circulación nacional, demuestra que él no tiene resentimientos, ni guarda ningún tipo de rencor hacia su ex contrincante, y hoy pareja de fórmula a la presidencia.
En su primera aparición juntos Joe Biden respondió brevemente, con mucha clase, a los recientes ataques de Donald Trump, diciendo que “gimotear es lo mejor que hace… mejor que ningún otro presidente”, y recordó haber conocido a Kamala Harris a través de su fallecido hijo Beau, “él tenía un gran respeto por ella y su trabajo…, estoy orgulloso de tenerla a mi lado en esta campaña”, afirmó.
Al llegar su turno, muy a su estilo, Harris afirmó que buscarán ganar la elección enfocándose en todas las fallas del actual presidente y habló de lo que será el nuevo concepto de gobernar si los demócratas ganan las elecciones, abrazando el poder de las mujeres, llamando a tomar acciones con respecto al cambio climático y de la forma en que asumirán las protestas exigiendo justicia racial como “una nueva coalición de conciencia”.
Afirmó también que Estados Unidos tiene una gran necesidad de liderazgo, e hizo una comparación en la forma de manejar las pandemias entre Trump y Barak Obama, trayendo a la memoria que el Ebola causó dos muertes en la administración del segundo, cuando los muertos por Covid-19 se cuentan por decenas de miles en su país, por la tardía respuesta de la actual administración y el pésimo cálculo de sus consecuencias desde la llegada del virus a su territorio.
Desde luego las críticas y ataques por parte de la oposición no se hicieron esperar, e inmediatamente comenzaron los intentos por denostar tanto la persona de la senadora por California, como la fórmula demócrata para contender en las elecciones presidenciales de noviembre.
El hijo mayor de Trump escribió un twit retomando la idea de que Harris tiene agenda propia y no se va a ceñir a trabajar en lo que Biden considere prioridades para su presidencia en caso de ganar las elecciones-, diciendo que la fórmula debería ser Harris-Biden, en vez de Biden-Harris.
El equipo de campaña del presidente se apresuró a hacer un video en el que pretende mostrar al binomio demócrata como no favorable para el país.
Los insultos del presidente tampoco se hicieron esperar, en menos de dos horas pretendió ridiculizar a la senadora por California diciendo que es izquierdista y una mujer enojada, y la calificó de “asquerosa” e “irrespetuosa”, por la forma en que atacó a Biden durante las elecciones primarias.
Sin embargo, poca mella hacen sus palabras a una mujer con el carácter y la fuerza de Harris, quien seguramente está preparada para esos calificativos y más, y quien dijo en su primera aparición como candidato a la vicepresidencia: “América llora por un liderazgo… tenemos un presidente al que le importa más él mismo, que la gente que lo eligió, que está haciendo cada reto que enfrentamos aún más difícil de resolver, incluyendo las diferencias raciales, la economía resquebrajada y la pandemia”.
Y mientras los equipos de campaña están preparando sus estrategias rumbo a las elecciones de noviembre, el presidente sigue reduciendo el presupuesto de servicio de correo a nivel nacional, previendo que la falta de fondos complique la realización que su trabajo en la recolección de los votos que se están depositando en contenedores especiales, dado que, por la pandemia, las personas no podrán votar como habitualmente se ha hecho en otras ocasiones.
Sin embargo, se está preparando el terreno para argumentar irregularidades en la votación, mismas que se están fomentando con el recorte de presupuesto el servicio postal.
Para quienes tienen la esperanza, de que Donald Trump desaparezca de la vida pública si la fórmula Biden-Harrys triunfa en las elecciones, pueden estar seguros de que eso no va a suceder. El actual presidente no va a dejar la Casa Blanca tan fácilmente, incluso si las votaciones no le favorecen. Desde ahora, según su costumbre, sin pruebas, está quejándose de que la elección está amañada.
Analistas políticos de varios medios coinciden en que Trump llegó para quedarse, y de tener que dejar la Casa Blanca, se va a dedicar a golpetear desde todas las trincheras posibles a la administración demócrata.
Este escenario no se presenta favorable para Biden, porque, si como dicen quienes afirman que Kamala Harris empujará su propia agenda, el exvicepresidente estaría gobernando, enfrentado a un enemigo y un contrario.