Un 80 por ciento de todos los productos nuevos terminan en la basura en menos de 6 meses.
Razones para justificar el pesimismo hay muchas: vivimos en un mundo cada día más inequitativo en el que unas mil millones de personas padecen hambre y pobreza extrema. Violencia y terrorismo son una realidad cotidiana. La destrucción del medio ambiente parece haber llegado al límite
Las causas de ésta situación son muchas y diversas. Una de ellas nos es muy cercana a la mayoría de nosotros: el consumismo excesivo.
Para alertarnos sobre los riesgos de la cultura del desperdicio, Naciones Unidas ha destinado varios días al año al cuidado de la naturaleza.
Y la alarma está plenamente justificada, pues vivimos en un mundo en el que el 80 por ciento de los productos que compramos terminan en la basura después de su primer uso o antes de seis meses”.
Adriana Zacarías es directora para América Latina del proyecto de eficiencia de recursos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y, en entrevista reciente dijo que somos una sociedad de desperdicio y de sobreconsumo.
La especialista explicó que al paso que vamos le van a quedar pocas alternativas a la humanidad por la sobre explotación de los ecosistemas, pues cerca del 60 por ciento de los ecosistemas están sobre explotados.
“Hoy en día estamos consumiendo mucho más de lo que el planeta puede sostener, al paso actual de consumismo desbordado, para el 2030 vamos a llegar a un punto en que sería necesario tener otro planeta.”
Además de imposible, al menos en los próximo siglos, el camino de llevar nuestra dinámica de depredación a las galaxias vecinas, tampoco resolvería lo obvio: estamos destruyendo el mismo aire que respiramos y la misma agua que bebemos.
La experta afirma que si bien 7 mil millones de personas son mucha gente, un 20 por ciento de la población del planeta consume el 80 por ciento de todos los recursos naturales disponibles, lo cual significa, por ejemplo, que un ciudadano de países como Estados Unidos consuma lo mismo que 23 personas en países como la India.
Zacarías dijo que la tendencia actual en este campo es aún más preocupante.
Mexicana con décadas de trabajo en temas ambientales a nivel global, Zacarías explica que con frecuencia ni siquiera tenemos conciencia plena de nuestra contribución a la depredación del planeta.
“Cuando hablamos con la gente dicen, yo no mató animales, yo no corto árboles, pero con su consumo excesivo están apoyando al mismo sistema de deforestación y destrucción de la naturaleza”, explica.
La experta es enfática en la necesidad de cambiar los modelos de éxito basado en el consumo y apoyar las estrategias de un desarrollo sustentable que, bien aplicadas, pueden generar beneficios de largo alcance para todas las sociedades, las que carecen de casi todo y las que consumen en exceso.