Por Jorge M. González
“Balseros” es un documental filmado por un equipo periodístico de la Televisión de Cataluña. Este trabajo narra las experiencias de varios balseros cubanos y sus familias. A mediados de los 1990’s los reporteros catalanes entrevistan a varias familias cubanas durante los días en los que preparan su huida de la Isla. Para esto preparan varias balsas de confección casera. Tiempo después, el equipo reporteril logra ubicar en el campamento de refugiados de la base estadounidense de Guantánamo a algunas de las personas filmadas previamente, luego de ser rescatadas en alta mar.
Durante las semanas posteriores al comienzo de esta riesgosa aventura, los familiares que quedaron en Cuba no tenían noticias de los Balseros, salvo una de las mujeres del grupo que se había lanzado al mar. Ella había naufragado y se vio obligada a regresar.
Años después de haber intentado escapar de Cuba para cruzar el estrecho de la Florida en busca de mejores alternativas de vida, los periodistas se reencuentran con los balseros con la intención de indagar cual había sido el destino de cada quien.
La película presenta la aventura de un grupo de sobrevivientes modernos atrapados entre dos mundos, el de la vida real que nos envuelve a todos y el de la ficción de mundo que “vende” un régimen decadente que solo el pueblo cubano que vive en la isla puede entender.
Luego de la llegada al poder del “comandante galáctico”, hoy continuado por su nefasto heredero, hemos visto como aquel país otrora pujante, se ha convertido en poco menos que una sombra. El régimen ha destruido todo el sistema productivo del país, además de su principal industria, convirtiendo buena parte del país en tierra yerma.
El desastre estimulado por el régimen ha motivado a numerosos venezolanos a huir del país. Se calcula, aunque no existen cifras oficiales, que unos 2 millones de personas han cruzado fronteras buscando mejor futuro en otras tierras. Aquellos que nos fuimos, lo hicimos de maneras más o menos tradicionales. Ha sido común ver venezolanos en busca de futuro llenando aeropuertos internacionales de Europa, de Australia, de Estados Unidos, de Centro américa. No solo por avión, sino también por tierra han salido otros para ayudar a impulsar las economías de países del Cono Sur.
Comenzaron yéndose quienes se oponían al régimen, siguieron quienes comenzaron a ver frustrado encontrar futuro. Hoy comienzan a irse aquellos que alguna vez creyeron que el régimen les traería bienestar. Hoy se van porque no hay pan, ni medicinas.
Los migrantes venezolanos han comenzado a irse en lanchas que no los contienen a todos o en balsas improvisadas. Las islas de Aruba y Curazao, frente a las costas del estado falcón, a unas 60 millas de distancia, son hoy los destinos principales de esos venezolanos de escasos recursos, imposibilitados de obtener visas y un boleto de avión. Los habitantes de esos territorios autónomos del reino de los países bajos, ya comienzan a ver en sus costas la evidencia de un país deteriorado y tocando fondo: “balseros venezolanos.”
