Por Karina Escamilla
Matria es el título de la Opera Prima de Fernando Llanos ganadora como mejor largometraje documental en el Festival Internacional de Cine de Morelia y parte de la selección oficial del Margaret Mead Festival 2015 entre otros reconocimientos.
En la búsqueda de la verdadera identidad de su abuelo materno, Llanos devela secretos de familia, de la historia de México y de la política nacional de la que fue parte su abuelo, Antolin Jiménez. Antolín luchador a lado de Pancho Villa durante la Revolución Mexicana, grado máximo masón, de origen tabasqueño fue diputado 3 veces por el estado de Oaxaca, presidente de la Asociación Nacional de Charros y que en 1942 formó “La Legión de Guerrilleros Mexicanos”, una agrupación de 100, 000 charros que se entrenaban para repeler una posible invasión nazi a México. Padre de 7 hijos con su abuela, del cual le sobrevivieron a la edad adulta 6 y a los que a pesar del paso del tiempo les sigue costando trabajo hablar de él.
Matria es esa patria materna, llena de silencios, de secretos, de figuras de lladró, de casas desvencijadas, donde las imágenes de humedad que trasminan las paredes y los techos que se caen a pedazos, nos develan los orígenes de México, con cofradías secretas y los orígenes familiares de los Jiménez que ya no se pueden ocultar, historia que sale a relucir con el tiempo. Más bien con la insistencia de su nieto, que a pesar de los ruegos familiares, saca a relucir los secretos de familia y de nuestro México.
En su documental Llanos nos comparte fragmentos de cartas, notas periodísticas y fotografías donde trata de armar ese rompecabezas de lo que fue la vida de su antecesor y la historia de México. De cómo su abuelo se hizo de dinero a través de sus relaciones políticas y sus alianzas. De cómo se conformaba ese México con orgullos nacionales, de esa nuestra herencia nacional plagada de misterios y acuerdos secretos.
