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“No me voy a morir, no me voy a morir”, se dijo al ser diagnosticada con cáncer de mama

 

Michel Olguín Lacunza

 

¿Por qué a mí? Se dijo Rina Gliter después de ser diagnosticada con cáncer de mama a los 34 años de edad. Sus dos hijas tenían año y medio y cinco años de edad. Desde ese momento se repitió: “no me voy a morir, no me voy a morir, no me voy a morir”, porque le aterraba que ellas se quedaran solas.

Rina sobrevivió a la enfermedad victoriosa y se dijo: “Si tengo una segunda oportunidad en la vida, quiero ayudar a mujeres con esta misma situación para que estén bien”.

A casi 12 años de este suceso, la médica cirujana se siente privilegiada porque tuvo los medios para realizar su tratamiento y además realizarse una cirugía plástica. No todas las mujeres tienen ese privilegio, es costoso y no incluye una reconstrucción de senos.

Su primer instinto fue apoyar a varias organizaciones. En el 2009 creó “Alma”, una fundación para ayudar a que las mujeres mexicanas tengan acceso a un tratamiento digno e íntegro, que incluya una cirugía de reconstrucción.

Al principio pensó que el proyecto sería como un pasatiempo y que seguiría con su trabajo. La fundación creció tanto que en un año cerró su consultorio y se dedicó felizmente a la medicina pública.  Desde entonces, han podido reconstruir a más de 600 mujeres en todo el país.

Su historia

Rina es médica cirujana de profesión y siempre fue muy segura. Un día del año 2009 se realizaba una autoexploración y encontró una masa del tamaño de una lenteja y pensó: seguramente es una bolita de grasa.

Llamó a su amigo médico con quien trabajaba en el mismo consultorio y le dijo: ¿Me puedes quitar un linfoma que tengo?  Ella sabía que se trataba del plan incorrecto, pero estaba en completa negación.

Su amigo le comentó que tenían que hacer bien las cosas y primero haría una biopsia en el quirófano con un cirujano oncólogo.

“Yo le dije: no, no, no, seguro es una bolita de grasa y él me respondió: bueno si quieres que yo te trate, a partir de este momento tomo las decisiones”. Por primera vez en mucho tiempo Rina tuvo que ser humilde y decir: “bueno me pongo en tus manos”.

Entró al quirófano y quedó en manos de su gran amigo, pero ella seguía rebelde y llamó al departamento de patología para saber los resultados. La señorita que la atendió le negó la información y comentó que sólo podía proporcionarla a su médico. “Ahí supe que tenía algo”.

Fue diagnosticada con cáncer de mama. Rina tuvo un cáncer en etapa temprana y el tumor no se corrió a otros órganos. Gracias a eso sólo necesitó una mastectomía, es decir que le quitaran toda la mama. Sin duda, el apoyo que recibió de sus seres queridos fue fundamental para estar bien.

El momento más difícil

El momento más difícil de su vida fue cuando salió de cirugía y esperó a  que la enfermera y su mamá se fueran para ver cómo habían quedado sus senos. Afortunadamente todo salió bien. “Yo era cirujana, había tenido contacto con mujeres con este tipo de operación, sabía cómo era la reconstrucción, pero hasta que no me pasó a mí, no fui consciente de lo que implica, pero hoy puedo contar que le dio sentido a mi vida”.

Durante el proceso el papá de sus hijas se fue. Para Rina esto no es cuestión de clase socioeconómica o de educación, sino una cuestión de seres humanos. “A lo mejor no se fue por mala onda sino por miedo”.

Los hombres también tienen miedo y cuando sus parejas pasan por este tipo de tratamiento ellos no saben cómo actuar. Hay muchísimas herramientas que los pueden ayudar a estar bien.

En un abrir y cerrar de ojos ya estaba diagnosticada, tratada y curada. El proceso duró un año desde el primer diagnóstico hasta que concluyó el proceso de reconstrucción.

Mensaje a las mujeres

Después de sobrevivir a esta enfermedad, Rina afirma que el cáncer no es sinónimo de muerte. “Es verdad, tres minutos de auto exploración al mes nos pueden salvar la vida”.

La médica cirujana recomienda a las mujeres tocarse todos los días, que conozcan su cuerpo y que no tengan miedo. En las redes sociales tienen todo el material disponible para informarse cómo realizar una autoexploración.

Para contactar a Fundación Alma pueden ingresar a la página www.alma.org.mx o acudir a redes sociales en Facebook o Instagram.

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