Tiene más de 20 mutaciones y alguna de ellas pudiera afectar la proteína de espiga, que es contra la que se producen los anticuerpos
Los virus siempre están mutando, es el caso del SARS-CoV-2, causante de la COVID-19 y es importante estar al pendiente del impacto que esos cambios pudieran tener en la propagación, letalidad y efecto sobre las vacunas. “De hecho ya hay miles de virus diferentes, de manera que no debemos asustarnos cuando se informe de mutaciones”, aseguró Alejandro Macías Hernández, integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, de la UNAM.
En ese contexto, los expertos de la salud europeos han dicho que la nueva variante del virus, —descubierta en septiembre en el sureste de Inglaterra— puede propagarse más fácilmente y ser más contagiosa, pero al momento, no hay estudios que comprueben que cause síntomas más graves o mayor mortalidad. Sin embargo, “tiene más de 20 mutaciones y alguna de ellas pudiera afectar la proteína de espiga, que es contra la que se producen los anticuerpos, y pudiera afectar la respuesta de las vacunas”, alertó el infectólogo.
Sobre las respuestas de las vacunas contra el SARS-CoV-2, añadió que “son policlonales, es decir, son más de un anticuerpo diferente” y atacan partes diferentes del virus, por lo que, si una parte del virus mutó “esto afectaría a uno solo de los anticuerpos no a todos”.
“Este es un virus que parece transmitirse con más facilidad y que pudiera tener algunos aspectos preocupantes en cuanto a la resistencia a la inmunidad, pero no debe alarmarnos debe ponernos en alerta. Ya ahora en Inglaterra se ha cerrado el área, se están evitando los vuelos de buena parte de la Unión Europea y habrá que mantener una vigilancia al respecto de su evolución”, concluyó el experto en salud pública.