Investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) han descubierto una ‘sustancia secreta’ en el sistema vascular del cerebro que preserva las neuronas, sustancia necesaria para mantener a raya la demencia y otras enfermedades.
Durante estudio realizado en un modelo de ratón del cerebro humano, hallaron que una célula específica llamada pericito, desempeñaba un papel previamente desconocido en la salud cerebral.
Los pericitos o también conocidas como células murales vasculares, debido a la presencia de fibras contráctiles tales como las células del músculo liso, se encuentran embebidas dentro de la base de la membrana de los microvasos sanguíneos, donde hacen contacto específico con el endotelio. Y secretan una sustancia que mantiene las neuronas vivas, incluso cuando hay vasos sanguíneos con “fugas” que ensucian la materia cerebral y producen un deterioro cognitivo.
El estudio, que publicaron en Nature Neuroscience, explica la cascada de problemas que conducen a la neurodegeneración después de un accidente cerebrovascular o lesión cerebral traumática, así como a enfermedades como el Alzheimer y Parkinson, y sugiere una estrategia potencial para su terapia.
“Lo que muestra este documento es que si pierdes estas células vasculares, comienzas a perder neuronas. El vínculo con la neurodegeneración en realidad antes no estaba tan clara“, dijo el autor principal Berislav Zlokovic, director del Instituto Neurogenético Zilkha en la Escuela de Medicina Keck de la USC.
El descubrimiento se produce en un momento en que los científicos comienzan a entender que la enfermedad Alzheimer es el resultado de múltiples procesos, procesos que comienzan mucho antes de que inicie la pérdida de memoria.
Muchos investigadores están cambiando su enfoque, donde las placas amiloides (o placas seniles) que se acumulan en el cerebro tenían un papel fundfamental en el desarrollo de la enfermedad, evento que sucede en la vejez, hacia otros objetivos que ocurren mucho antes en la línea de tiempo de la vida.
Zlokovic, por ejemplo, estudia las capas de células que forman los vasos sanguíneos en el cerebro. Su investigación anterior muestra que cuanto más permeables, o poroso, sean los capilares cerebrales de una persona, más discapacidades cognitivas tienen.
Para este nuevo experimento en ratones, Zlokovic se centró en los pericitos de los vasos sanguíneos del cerebro. Los pericitos ayudan a regular el flujo de sangre y mantienen las paredes de los vasos sanguíneos selladas firmemente. Cuando los investigadores eliminaron artificialmente los pericitos, vieron una rápida degeneración de la barrera hematoencefálica, una desaceleración del flujo sanguíneo y la pérdida de células cerebrales.
Para comprender mejor su papel, los científicos infundieron a los ratones una proteína o factor de crecimiento secretados por pericitos en el cerebro y que no se encuentran en ninguna otra parte del cuerpo, y encontraron que, incluso cuando las células pericitos había sido eliminadas artificialmente, las neuronas eran protegidas con el factor de crecimiento por lo que las células cerebrales no morían. Los resultados persistieron incluso con un flujo sanguíneo disminuido.
Debido a que estos pericitos están implicados en muchas enfermedades, como la de Huntington, Parkinson, derrame cerebral, traumatismo cerebral y esclerosis lateral amiotrófica, la investigación ofrece interesantes posibilidades de investigación adicional.
“Esto abre una visión completamente nueva de la posible patogénesis de la enfermedad de Alzheimer“, dijo Zlokovic.
Fuente: University of Southern California (USC)
Artículo: Nature Neuroscience. “Pericyte loss leads to circulatory failure and pleiotrophin depletion causing neuron loss“.