Por Jorge M. González
Este 19 de Noviembre nos dejó físicamente Luis Manuel Carbonell, pionero de la ciencia moderna en Venezuela y último sobreviviente de la “nómina mayor” de la expedición Venezolano-Francesa que establecería geo-políticamente el nacimiento del Río Orinoco.
En 1950 integrantes del grupo Galo de exploradores Louis Liotard, recomendados por el presidente francés Vincent Auriol, presentaban al gobierno venezolano su proyecto para remontar el Orinoco hasta el Casiquiare, llegar al Río Negro y bajar por este hasta el Río Amazonas. El Coronel Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta de Gobierno Venezolano aplaudió esta idea, ofreciéndoles ayuda oficial. Días antes del asesinato del Presidente, el gestor de la expedición, Joseph Grelier, llegó a Caracas y su misión casi fracasa. Contactada la nueva Junta de Gobierno, obtiene el beneplácito y asignan al Mayor Franz Rísquez Irribarren para coordinar tal empresa.
En preparativos, Rísquez contactó al entomólogo médico Pablo Anduze. Juntos invitaron al Profesor José María Cruxent, Director del Museo de Ciencias Naturales. Decidieron incorporar a otros venezolanos. Posteriormente, siendo prioridad Nacional se transformaría la idea inicial de los franceses y se establecería como meta llegar a las fuentes del Orinoco. El talentoso joven docente de la Universidad Central de Venezuela, Dr. Luis Carbonell es incluido como médico del grupo. Se invita entonces al botánico Leon Croizat. También al paleontólogo Marc de Civrieux y al artista y entomólogo René Lichy. Meses antes, estos dos últimos habían propuesto al gobierno nacional explorar el Orinoco. Por la dirección de Cartografía se incorporarían el Capitán Félix Cardona Puig y su hijo. Finalmente, incorporan al General Manuel Butrón. Este supervisaría al personal de apoyo que incluía a Miguel Da Costa, Luis Vegas, Raúl Silva, Joaquín Conde, Jesús Martínez, Juan Guapo y los Ye’Kuana Isaias Rodríguez, Velásquez, Manuelito, Pascual, Linares, entre otros. Destacándose especialmente el “doctor” Camico descendiente de un célebre brujo de Amazonas y émulo de Carbonell.
El grupo francés lo conformaría Grelier, el estudiante de farmacia Pierre Couret, el bohemio artista plástico Franz Laforet y el radiotelegrafista Raymond Pellegri.
Comenzaría la aventura en Abril de 1951. El campamento base se estableció en La Esmeralda, frente al Duida, población conocida en el mundo luego de haber sido visitada por Alexander Von Humboldt siglo y medio antes. La mañana del 27 de Noviembre, luego de un recorrido de ocho meses por el cauce del río, cruzando raudales y atravesando la densa selva tropical del hoy Estado Amazonas, los expedicionarios llegarían a un farallón de unos 75 metros de elevación, a 1.047,35 metros de altitud en la frontera con Brasil. Es así como Rísquez Irribarren, Anduze, Cruxent, Cardona Puig y Carbonell firmarían el acta y el hito que demarca desde entonces las fuentes del “Padre Río” de Venezuela. Ese que en su contacto con el Océano Atlántico frente al Golfo de Paria, sería nombrado como el “Mar Dulce” por Cristóbal Colón durante su tercer viaje al Nuevo Mundo.
Que esta despedida al último sobreviviente del grupo que llegó a las fuentes, sea un sentido homenaje a quienes protagonizaron tamaña proeza.