La crisis sanitaria es resultado de la transformación de los ecosistemas del planeta que tienen vínculos muy estrechos con el tema sanitario, “esto es un llamado de atención a que no se puede continuar con esta lógica depredadora a costa de lo que sea”, destacó la doctora Gabriela de la Mora, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.
De la Mora señaló que desde hace muchos años científicos de distintos ámbitos, como las ciencias sociales, han advertido que este tipo de problemas podían presentarse. Así como los eventos meteorológicos extremos que suceden con mayor frecuencia con resultados económicos, políticos, jurídicos y sociales de toda índole.
La especialista en gobernanza ambiental explicó que a partir de la pandemia de la COVID-19 hay dos escenarios posibles: el primero es que se dé una transformación que genere un cambio de paradigma que comprenda un modelo de desarrollo más social, humanista, ecológico y menos basado en el consumo. El segundo es que el modelo de desarrollo continúe, e inclusive, sea más destructivo, con más consumo y desigualdad.
La investigadora universitaria refirió que un aspecto positivo durante esta pandemia ha sido la atención a la información técnica científica existente, así como el contacto y diálogo entre los tomadores de decisiones con los científicos, lo cual permitirá una mejor toma de decisiones en el futuro.
Acotó que los holandeses plantearon un manifiesto de cinco puntos para el cambio económico poscrisis de la COVID-19, basado en los principios del decrecimiento. El documento propone invertir en sectores públicos, energías limpias, educación, salud y disminuir sectores como el petróleo, el gas y la minería.
“Adoptar formas de producción más sustentables y modos de vida que no estén basados en el consumo, sino en una política económica orientada a la redistribución de la riqueza con una agricultura circular y la cancelación de la deuda de los países pobres”.
De la Mora enfatizó que dicho manifiesto plantea un cambio de modelo social en donde intelectuales y científicos proponen trabajar en un cambio profundo de objetivos y valores en la economía, en las formas de relacionarnos y de interactuar con el ambiente.