Por Omar Páramo
En la historia de los procesos electorales de Estados Unidos, los debates no han tenido un peso fundamental; sin embargo, por lo enconado de la contienda entre los candidatos presidenciales Hillary Clinton y Donald Trump, el encuentro televisado que sostendrán ambos el próximo lunes ha generado una expectativa sin precedentes, explicó Sandra Kanety Zavaleta Hernández, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Debido a la gran audiencia que tendrá este evento, los aspirantes a la Casa Blanca sopesarán la mejor manera de transmitir sus propuestas —podrían modificarlas o pulir las que han venido sosteniendo—. Las más importantes, por sus repercusiones a nivel local y global, serán aquellas enfocadas a la seguridad y en materia económica, agregó.
Sobre lo que cabría esperar del debate, la experta en Relaciones Internacionales expuso que se anticipa una posición mucho más conservadora por parte del republicano Trump, proclive a favorecer las actitudes intervencionistas de la Unión Americana y a robustecer su aparato militar.
“En este renglón la postura de Clinton podría ser casi la misma; no olvidemos que ella apoyó la presencia estadounidense en Irak y Afganistán, así como el Acta Patriótica después de los atentados del 11 de septiembre. Donde sí apreciaríamos diferencias notorias en el aspecto económico, en razón de lo agresivo que ha sido el magnate al criticar las relaciones que mantiene EU con América Latina y, en especial, con nuestro país”.
Hillary es más abierta en cuanto a sostener los tratados con la región y ahí observaríamos el mayor contraste; sin embargo, sería de esperar que el republicano se modere en cuanto a sus exigencias para que México pague por la edificación de un muro a lo largo de la frontera o al imponer sanciones a las remesas enviadas por los inmigrantes a sus familias, debido a que estos puntos se cuentan entre los más objetados por la gente, excepto en el ala más conservadora, subrayó.
“Probablemente el debate no sea un factor determinante a la hora de determinar la elección, pero sí es algo a observar con detenimiento ya que podría inclinar el fiel la balanza hacia un lado u otro, en especial ahora que la candidata demócrata comienza a declinar en las preferencias de los electores”, concluyó.