La aprobación en los Estados Unidos de la no neutralidad de la red en días recientes abre diversas posibilidades, algunas en franca oposición. Entre los potenciales pros y los contras se advierten:
Pros:
1.- Una mayor inversión en infraestructura por parte de las empresas de telecomunicaciones para sustentar la cartera de servicios y llegar a acuerdos de calidad de entrega con los principales productores y distribuidores de medios digitales.
2.- Aparición de contenidos especializados exclusivamente para Internet, en mayor medida de cómo se han presentado a la fecha, con diversos formatos.
3.- Competencia entre gigantes de las telecomunicaciones para ofertar no solo conectividad, sino también servicios, contenidos y plataformas.
Contras:
1.- Menor participación, tendiente a anularse, del sector público, tanto en la regulación como para garantizar el acceso igualitario a la red y sus contenidos digitales.
2.- Privilegio por parte de las empresas de telecomunicaciones para la consolidación de los mercados, no la expansión de estos, con la consecuente baja inversión en zonas marginadas o menor cobertura hacia aquellos sectores que no tengan la capacidad económica para pagar todos los servicios incorporados, limitando el impacto de Internet como factor de crecimiento económico y educativo nacional.
3.- Reducción a unos cuantos monopolios nacionales o regionales de todo el espectro de servicios relacionados con la red (infraestructura, contenidos, servicios, plataformas), lo que podría derivar en costos incrementales para los usuarios y menor variedad y calidad, al no estar regulados en mayor medida por los órganos públicos correspondientes.