La Academia de cine de Hollywood anunció la lista de nominados a los Premios Oscar 2018. La película La forma del agua del mexicano Guillermo del Toro es la cinta con mayor número de nominaciones, con 13 categorías. Dunkirk le sigue con ocho y “Tres anuncios por un crimen“, con siete.
The Post o como se conoce en español Los archivos del Pentágono no fue tan reconocida. Ya que quedaron fuera de la contienda Spielberg como director y Tom Hanks como mejor actor. Al igual que no obtuvo nominación por su guion, el cual en 2016 fue parte junto con la película I Tonya, de la lista negra iniciada por Franklin Leonard donde se seleccionan guiones con temáticas no tan comerciales, por los ejecutivos de cine para darles una opción de ser producidos. La lista negra en las que los guionistas y realizadores de cine quieren pertenecer y tener la oportunidad de ver su idea realizada. Y no la cantidad de listas en las que se encuentran varias personalidades de Hollywood.
La película de The Post tiene un guión muy bien estructurado, que toca temas que a pesar de estar situado en 1971 siguen vigentes. La libertad de expresión, -que se ven tan amenazada en la actualidad- la fuerza de la prensa, el derecho a la información, el abuso de poder, el poner las vidas de jóvenes a disposición de guerras por intereses diferentes al beneficio de la sociedad y a favor de un mal gobierno.
En la película también se ve la poca presencia de la mujer en el círculo de poder y es así como Meryl Streep en su personificación de Katherine Graham, dueña por herencia del periódico The Washington Post, toma la decisión de poner el interés del público y su derecho a la información sobre su propia seguridad personal.
Independientemente de las nominaciones o premios las películas de este año cuentan con el común denominador de reflejar una nación distinta, donde ya no se glorifica al pasado sino se observa con un ojo crítico, donde las decisiones de las personas, en varios casos personajes femeninos muy fuertes y morales dan un cambio a las historias y a la Historia en la que estamos viviendo. Donde el bien común debe de ir por encima de las instituciones, ya que estas están formadas para servir a la gente y no para servirse a sí misma.