Michel Olguín
El pasado martes 23 de abril, el Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que obligaría a ByteDance, el propietario chino de TikTok, a vender la plataforma o enfrentarse a una prohibición total en Estados Unidos.
Este proyecto fue firmado como ley por el presidente Biden el miércoles. La decisión del Congreso, motivada por preocupaciones de seguridad nacional relacionadas con los vínculos de TikTok con China, podría complicar aún más el proceso.
En entrevista con UNAM Global, Enrique Dussel Peters, especialista de la Facultad de Economía de la UNAM, compartió sus perspectivas sobre los problemas actuales relacionados con la postura de Estados Unidos respecto a la plataforma TikTok y sus implicaciones.
“La empresa ByteDance no puede aceptar las condiciones que impone Estados Unidos con respecto a la plataforma de Tik Tok, simplemente por un ‘sospechosismo’, eso no es legal”, dijo el doctor Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México.
El experto señala que las acusaciones contra TikTok comenzaron durante la presidencia de Trump y han sido sostenidas bajo el presidente Biden, con acciones legislativas recientes para prohibir la plataforma. Sin embargo, enfatiza que no se ha presentado evidencia concreta para probar la amenaza de la app o sus conexiones con el gobierno chino.
Dussel compara esto con actividades de espionaje confirmadas en el pasado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), sugiriendo un doble estándar en cómo se tratan las entidades extranjeras y domésticas.
Mientras que TikTok, una empresa privada, ha sido acusada de potenciales amenazas a la seguridad, estas afirmaciones no han sido sustanciadas con pruebas concretas, señaló Dussel. En contraste, las actividades de la NSA y la CIA, reveladas por Edward Snowden hace aproximadamente una década, fueron instancias confirmadas en las que estas agencias de seguridad estadounidenses se involucraron en espionaje, incluyendo el espionaje a ciudadanos estadounidenses y entidades extranjeras.
El académico destaca que el problema con TikTok es parte de una “profunda confrontación” entre Estados Unidos y China, que abarca tecnología, medios de comunicación e intercambios culturales, incluyendo el cierre de unos 100 Institutos Confucio en Estados Unidos. Esta confrontación ha llevado a medidas estrictas contra las inversiones y colaboraciones chinas, afectando significativamente las relaciones culturales y académicas.
Dussel también discute las implicaciones más amplias para los negocios globales, señalando que la postura actual de Estados Unidos podría extenderse hipotéticamente a otras compañías internacionales bajo la apariencia de seguridad nacional.
Un ejemplo extremo sería si un vendedor de “Pulparindo” fuera acusado de amenazar la seguridad nacional de Estados Unidos tras descubrir un lote defectuoso de su producto.
Esto, argumenta Dussel, establece un precedente dramático y peligroso donde la mera sospecha podría llevar a consecuencias severas para el comercio global.
Enrique Dussel anticipa un desafiante panorama legal para TikTok tras la reciente legislación en Estados Unidos que busca restringir sus operaciones. Esta situación, indica el experto, podría abrir debates significativos sobre los derechos de la Primera Enmienda, que defiende la libre expresión, indicando que el conflicto legal resultante podría ser complejo y extenso.
Quizás podría repetirse algo como lo ocurrido en 2022 en Texas, que prohibieron el Tik Tok en los dispositivos utilizados en el sector público.
Usualmente la gente tiene dos dispositivos, uno del trabajo (utilizado para los fines de la oficina) y el otro privado (para hablar con la familia y amigos) y ahí es donde ven el Tik Tok y otras redes sociales.
Describe la ley como excesivamente beneficiosa para competidores estadounidenses como Google y Facebook, lo que sugiere un intento de proteccionismo comercial bajo el disfraz de preocupaciones de seguridad nacional.
“Casualmente, las dos empresas que pueden beneficiarse de la salida de Tik Tok son estadounidenses: Google y Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp)”.
Además, sería complicado que estas empresas compren a Tik Tok, por el tema de la concentración del mercado, que se quedarían con hasta el 70 por ciento. Probablemente quedarían solo con fondos de inversiones de empresas estadounidenses.
Además, resalta una paradoja en las restricciones impuestas a TikTok: a pesar de las barreras en Estados Unidos, la empresa podría seguir operando su algoritmo en otros países, lo que demuestra la limitada eficacia de la legislación estadounidense en un contexto global.
Este punto subraya la ambigüedad y la posible ineficacia de las medidas legislativas, que aunque pretenden proteger la seguridad nacional, no impiden que la tecnología de TikTok continúe siendo utilizada fuera de las fronteras de Estados Unidos.
El experto de la UNAM sugiere que esta situación podría dar lugar a un escenario en el que las restricciones estadounidenses no solo fallan en alcanzar sus objetivos declarados, sino que también podrían resultar en ventajas inadvertidas para TikTok en mercados internacionales.
El papel de las redes sociales en el discurso político
Dussel señala que TikTok sirve como una plataforma para la defensa social más efectivamente que otras redes sociales, lo cual también puede influir en el escrutinio del gobierno de Estados Unidos Menciona estudios preliminares que indican que TikTok permite discusiones que podrían no ser tan prevalentes en plataformas como Facebook o YouTube, que son monitoreadas de cerca por contenido sensible al gobierno chino.
Enrique Dussel reflexiona sobre las continuas tensiones en las relaciones entre el Estados Unidos y China, previendo que estas persistirán dado el actual ciclo de medidas punitivas y represalias entre ambas potencias. Destaca cómo este intercambio de acciones puede llevar a un estado perpetuo de confrontación, afectando diversos aspectos de las relaciones internacionales y el comercio global.
Especula sobre las consecuencias de una potencial venta forzosa de las operaciones de TikTok en Estados Unidos, un escenario que, en su opinión, podría profundizar las complicaciones en el panorama geopolítico. Explica que tal medida no solo afectaría a TikTok como entidad corporativa, sino que también podría ser vista como un precedente de cómo Estados Unidos podría tratar a otras empresas extranjeras en el futuro, especialmente aquellas provenientes de China o que tengan significativos vínculos con este país.
Además, explica cómo esta situación podría influir en la percepción global de la seguridad nacional y las políticas comerciales estadounidenses, posiblemente llevando a una reevaluación de las estrategias empresariales por parte de compañías internacionales que operan en o con Estados Unidos.
Dussel finalmente menciona que el impacto de tales decisiones no se limitaría a las esferas económicas, sino que también podría tener implicaciones culturales y tecnológicas significativas, alterando la dinámica de cooperación y competencia tecnológica entre Estados Unidos y China.