Jorge M. González
Efectuado en el pueblo de Bethel, Nueva York, del 15 al 17 de Agosto de 1969, la “Feria de música y arte de Woodstock” mejor conocida como el “Festival de Woodstock”, se convertiría en el más famoso evento de música rock y posiblemente la congregación de jóvenes más importante de la historia.
A fines de los 60’s cuatro jóvenes promotores concibieron la idea de realizar un festival musical a objeto de recaudar los fondos necesarios para construir un estudio de grabación cerca de la ciudad de Woodstock, Nueva York. Esta ciudad ya era conocida como un lugar de encuentro de numerosos músicos incluyendo a uno de los más reconocidos del momento, Bob Dylan. Se lograron firmar varios grupos, incluyendo Jimi Hendrix y su “Gipsy Sun and Rainbows”, Santana, Richie Havens, Joe Cocker, Jefferson Airplane, Sly & the Family Stone, Crosby, Stills, Nash & Young, The Who, Canned Heat, Country Joe McDonald & The Fish, The Band, Grateful Dead y varios más para un total de 32. Las autoridades de la ciudad negaron los permisos correspondientes, y lo mismo hizo la cercana Wallkill. El granjero Max Yasgur (1919-1973) rescató el evento en el último minuto, permitiendo acceso a sus terrenos en Bethel, a 80 kms de Woodstock.
Se estimaba que asistirían unas 50.000 personas, pero se vendieron unas 180 mil entradas. Sin embargo, muchos jóvenes se “colaban” sin control gracias a huecos en las vallas. Esto obligó a los organizadores a declarar la gratuidad del evento. Más de 400 mil personas terminaron asistiendo bajo la lluvia, el sol y el lodo.
A pesar de las inmediatas alarmas debido a la “anarquía”, el uso de drogas y el sexo libre, realmente no hubo tal “bacanal colectiva” y se registraron pocos incidentes de violencia, los cuales fueron motivados básicamente por el hacinamiento. Es cierto que varios de los músicos expresaron en sus canciones su oposición a la guerra de Vietnam. Hendrix cerró el evento improvisando el himno estadounidense “The Star Spangled Banner”.
La mayoría de los jóvenes, muchos con melenas, ropas coloridas, usando de amuleto el signo de la paz, rechazando al sistema, fueron “convertidos” en “hippies” una vez aparecieron en prensa y televisión. Aunque los hippies más puros verían esta reunión como una postal turística, Woodstock se convertiría en el icono de esa generación de jóvenes estadounidenses que pregonaba la paz y estaban cansados de la guerra. Cuando Abbie Hoffman (1936-1989), activista social, arrebató un micrófono para comenzar una “perorata” política, Pete Townsend (The Who) lo sacó del escenario a guitarrazos con la aprobación de la audiencia. No hubo rebelión política, la gente gritó con más fuerza para parar la lluvia.
Sin embargo, aunque el sueño hippie ya había muerto, Woodstock ha sido idealizado como el punto culminante del movimiento. Los “hijos de las flores” se juntaron para celebrar “tres días de Paz, Amor y Música”. Festivales posteriores nunca pudieron sobrepasar tal estándar. Hoy, 46 años después, continúa siendo ejemplo de la contracultura promovida por aquellos jóvenes estadounidenses de los años 60’s.