En años recientes, debido al estilo de vida que muchas personas llevan, la recomendación del uso de complementos alimenticios se ha incrementado. Hay además un creciente interés tanto de los consumidores como de la industria por el desarrollo de alimentos “funcionales” o con un beneficio a la salud. Estos alimentos a veces vienen como suplementos dietéticos o alimentarios.
El efecto benéfico esta dado un ingrediente en particular, derivados casi todos de plantas. Estas plantas pueden ser cereales, frutas, vegetales o hierbas, muchas utilizadas en la medicina tradicional. Teóricamente, el ingrediente dentro del complemento tendrá un efecto sobre la salud, donde el extracto o compuesto purificado, también podría tener un efecto adverso en la salud.
De acuerdo a la legislación mexicana, un suplemento alimenticio son “productos a base de hierbas, extractos vegetales, alimentos tradicionales, deshidratados o concentrados de frutas, adicionados o no, de vitaminas o minerales, que se puedan presentar en forma farmacéutica y cuya finalidad de uso sea incrementar la ingesta dietética total, complementarla o suplir algún componente”.
De acuerdo a la legislación mexicana, un suplemento alimenticio son “productos a base de hierbas, extractos vegetales, alimentos tradicionales, deshidratados o concentrados de frutas, adicionados o no, de vitaminas o minerales, que se puedan presentar en forma farmacéutica y cuya finalidad de uso sea incrementar la ingesta dietética total, complementarla o suplir algún componente”.
La FDA dice que los suplementos alimenticios “incluyen vitaminas, minerales y otras substancias menos conocidas, como hierbas, productos botánicos, aminoácidos, enzimas y extractos animales”. En el Reino Unido se distinguen varias categorías de suplementos, incluyendo productos altamente purificados y concentrados, como vitaminas y minerales o multi-vitamínicos o multi-minerales, además de cocteles de aminoácidos.
Otra categoría es la de substancias naturales que contienen ingredientes asociados a la salud, como los aceites de hígado de pescado, ácidos grasos como los omega-3, lecitinas, levadura, etcétera. La siguiente categoría es de materiales que quizá no sean efectivos como tal, como extractos de hierbas, jale real, polen, enzimas y/u hormonas.
También están aquellos suplementos para ayudar a bajar de peso, como digestivos, alimentos bajos en calorías, fibras, entre otros. Aquí los alimentos fortificados no se incluyen tal cual como suplemento.
Quizá lo más importante para considerar comenzar a consumir un complemento alimentario sea para qué y quien me lo receto. Si bien los medio masivos de información, desde la televisión hasta el internet, se dedican a “recomendar” el consumo de muchos productos milagrosos, es importante consultar a un medico que nos puede orientar sobre cual consumir y la dosis a tomar.
Aunque la tendencia popular a consumir estos suplementos alimenticos o medicinales es por evitar de alguna manera la medicina “artificial”, prefiriendo los ingredientes “naturales” de estos complementos, asumiendo que son seguros, el consumo de estos ha sido asociado a daño hepático en algunos casos. En algunos casos, la información que viene en la etiqueta (si la llegamos a leer) es incompleta y falta información importante.
Muchas veces los ingredientes no están suficientemente caracterizados y estudiados, y su mecanismo de acción no está completamente entendido. Tampoco se indica muchas veces el contenido específico de cada componente, y muchos de ellos tienen efecto adverso al ser consumidos en dosis elevadas.
Por ejemplo, Ephedra sínica contiene alcaloides que afectan el sistema nervioso central. Garcinia cambogia contiene ácido hidróxi cítrico que inhibe el apetito. Paullinia cupana, guarana, contiene cafeína y ayuda a la digestión. Cyamopsis tetragonolobus o goma guar es una fibra que puede complicar la digestión.
H La importancia pues de consumir algún complemento alimenticio dependerá primeramente de nuestra dieta. Una dieta balanceada aporta los nutrientes necesarios, y algunos alimentos pueden complementar esta dieta (por ejemplo, cereales altos en fibra, comer las frutas con cáscara, infusiones herbales, incluso una cerveza).
En el caso de algún padecimiento es el médico quien nos debe recomendar cual comprar y cada cuando tomarlo, por qué incluso entre suplementos como omega-3 hay grandes diferencias entre marcas. Suplementos que dan energía no son más bombas de cafeína y azúcar. Si no hay a veces tiempo de comer y descansar adecuadamente, el complemento alimenticio deber ser tomado con las debidas precauciones a fin de evitar posibles daños a la salud.
Por Alfonso Totosaus