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El beso: la historia de un gesto lleno de significado

Leonardo Huerta Mendoza / Emiliano Sánchez (Prácticas profesionales)

El encanto cinematográfico de la película italiana Nuovo Cinema Paradiso (1988), nos trae a la memoria una escena emblemática. Alfredo, el proyeccionista del cine local, deja como legado, al morir, un rollo de película a Totó, un niño que solía asistir a sus proyecciones y que, al crecer, se marcha a Roma. Este reel contiene los besos que la censura había eliminado, mostrándonos una diversidad de besos casi inimaginable.

Pero, ¿en qué momento se registró el primer beso amoroso de la historia?

Según un artículo publicado el 18 de mayo en la revista Science, titulado “The ancient history of kissing”, se examinan las referencias textuales del acto de besar. En antiguos textos de Mesopotamia, se menciona el acto de besar y su papel en la propagación de enfermedades.

Investigaciones previas han citado que la primera evidencia documentada de un beso data de la India, aproximadamente en el año 1500 antes de nuestra era. Sin embargo, el mencionado artículo resalta que se han pasado por alto numerosas pruebas del acto de besar en Mesopotamia y Egipto desde al menos 2500 años antes de nuestra era. En estas evidencias, se narran historias de besos, tanto entre dioses como entre plebeyos.

Más allá del romanticismo de un beso, se cuenta con registros de transmisión de enfermedades. Troels Pank Arbøll, asiriólogo de la Universidad de Copenhague y coautor del estudio, sugiere que los neandertales y los humanos modernos pudieron haberse besado hace más de cien mil años, pues se ha encontrado la presencia de la bacteria Methanobrevibacter oralis, causante de enfermedades, en ambas especies.

La primera documentación del beso romántico, menciona Arbøll, se encuentra en textos sumerios, una lengua que no tiene descendencia directa en ninguna lengua moderna. Poco después, se descubrieron textos en acadio, un antiguo idioma semítico relacionado con el hebreo y el árabe modernos. En algún momento anterior al año 2500 antes de nuestra era, se empezaron a documentar textos mitológicos sobre dioses y encantamientos, que incluían descripciones de relaciones sexuales y besos.

Siglos después de estas primeras referencias, se comenzaron a descubrir documentos privados, no gubernamentales ni pertenecientes a templos, que contenían referencias a la práctica del beso en un contexto sexual entre la sociedad.

Es fundamental entender que no todos los besos son iguales: difiere el beso que los padres dan a sus hijos del que se da entre amigos. En Mesopotamia, existía un beso de sumisión que consistía en besar los pies al gobernante. El beso romántico se entiende como el acto de besar durante el coito o en una relación amorosa.

Aunque sea sorprendente, el beso sexual o romántico no es universal, es decir, no se practica en todas las culturas. Por otro lado, el beso de los padres parece ser común en todas las sociedades.

En las sociedades modernas, los investigadores han observado una tendencia a practicar el beso romántico, especialmente en sociedades muy estratificadas, donde la gente entra en contacto con desconocidos.

El primer beso documentado no necesariamente fue el primer beso, por lo que no sabemos realmente cuándo comenzamos a besar.

Estudios anteriores sugerían que los primeros besos documentados eran de la India y que desde allí esta práctica se propagó a otras áreas en un proceso de difusión. Sin embargo, ahora que contamos con esta evidencia de Mesopotamia y Egipto, no se podría hablar de un único lugar de origen del beso en tiempos históricos. Algunas estatuillas prehistóricas parecen indicar que el acto de besar se practicaba desde tiempos muy antiguos.

Algunas investigaciones sugieren que neandertales y humanos se besaban. Un estudio citado en el artículo de Arbøll encontró una bacteria que los neandertales transmitieron a los humanos. Como esta bacteria se transmite por la saliva, la transmisión pudo haber ocurrido al besarse, aunque los autores aclaran que también podría haber ocurrido al compartir alimentos.

El acto de besar ha sido practicado durante mucho tiempo en una amplia región geográfica y su propósito biológico tiene que ver con encontrar la pareja adecuada. Similar a cómo nuestro aliento puede indicar si tenemos mala salud dental o incluso malos genes, el beso también está relacionado con la excitación sexual, que a su vez está vinculada a la transmisión de nuestros genes.

Hoy en día existen muchos tipos de besos; por ejemplo, los “piquitos”, donde apenas se tocan los labios, o los besos de boca abierta con choque de dientes, entre muchos otros. En “Farolito”, Agustín Lara describe los tipos de beso que caben en “un beso / friolento, travieso, amargo y dulzón”.

Pero ¿qué es un beso? Se le atribuye a Ingrid Bergman la definición: un beso es un adorable truco que la naturaleza inventó para dejar de hablar cuando las palabras están de más. Sin duda, la actriz sueca era conocedora del tema.

Ideas destacadas sobre el beso

  1. El beso, más allá de su simbolismo romántico, ha tenido un papel en la transmisión de enfermedades desde tiempos antiguos.
  2. Las primeras referencias documentadas del beso se sitúan en Mesopotamia y Egipto, al menos 2500 años antes de nuestra era.
  3. Los primeros besos documentados no necesariamente son los primeros besos de la historia, lo que nos deja con la incógnita de cuándo comenzamos a besar.
  4. Existen diversos tipos de besos, y su práctica varía según las culturas y los contextos sociales.
  5. La evolución de la práctica del beso ha estado influenciada por la difusión cultural, pero también por factores biológicos relacionados con la elección de pareja y la transmisión de genes.
  6. Los besos podrían haber sido una forma de transmisión de bacterias entre neandertales y humanos modernos.

Aunque la costumbre de besar parece ser universal, el tipo de beso que se practica y su significado varían enormemente de una cultura a otra.

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