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El nacimiento de un volcán

Ilse Valencia/ 

El 20 de febrero de 1943, un suceso natural cambió la vida de los habitantes de Parícutin. Los eventos ocurridos en un maizal del pueblo generaron incertidumbre, angustia y miedo en la población. Algunos atribuyeron los hechos a un castigo divino, mientras que otros temían que se avecinaba el fin del mundo. Sin embargo, lo que estaba por suceder era el nacimiento de un volcán, el Parícutin.

Este volcán monogenético, que nace una sola vez y tiene una corta erupción que puede durar desde meses hasta varios años, marcó un hito en la vulcanología tanto en México como a nivel mundial. Fue el primer volcán que la humanidad presenció y documentó desde su aparición hasta su muerte, permitiendo la generación de estudios y la documentación de cada uno de sus procesos.

“Cuando el Parícutin hizo erupción, la vulcanología aún no existía como campo independiente de estudio. Era parte de estudios de geología o sísmica. Ahora, es una disciplina en sí misma. Aunque el tema de los volcanes monogenéticos fue descuidado durante mucho tiempo, en los últimos 10-20 años hemos estado estudiando estos volcanes con mayor detalle”, señala la Dra. Marie Noëlle Guilbaud, investigadora Titular B del Departamento de Vulcanología en el Instituto de Geofísica de la UNAM.

El nacimiento del Parícutin fue un momento histórico que cambió el curso de la vulcanología. El volcán sirvió como un modelo de estudio para futuras erupciones y permitió a los científicos comprender mejor los procesos volcánicos. A pesar de que la erupción causó estragos en la vida de los habitantes de Parícutin, el volcán se ha convertido en una atracción turística y en un hito científico en la historia de México.

El nacimiento del volcán Parícutin, llamado así por el pueblo en el que se formó, “al otro lado de” en tarasco, se produjo en el municipio de Parangaricutiro, Michoacán. A las 16:30 horas del 20 de febrero de 1943, el volcán emergió del suelo después de haber estado activo desde 1941, cuando se registró un terremoto en el estado.

Dionisio Pulido, un campesino y dueño de una parcela cercana al lugar donde el volcán se formó, notó una depresión en su campo de maíz. “Quince días antes de la erupción ya estaba temblando allí. El día en que nació el volcán, el señor Pulido fue a su campo y se dio cuenta de que la tierra estaba haciendo muchos ruidos, se levantaba humo y en la tarde empezaron a ver rocas saliendo de este lugar, pequeñas explosiones”, relata Guilbaud, investigadora titular B del Departamento de Vulcanología en el Instituto de Geofísica de la UNAM.

Durante su primer día, el edificio volcánico alcanzó una altura de 30 metros, duplicándose tres días después. En un año, había alcanzado los 336 metros y, finalmente, llegó a su altura actual de 424 metros. Al principio, el volcán no causó muchos daños ya que se encontraba en un campo de maíz. Sin embargo, después de unos pocos días, se vieron obligados a evacuar las zonas aledañas. Parícutin y San Juan Parangaricutiro quedaron sepultados.

En febrero de 1943, la UNAM envió a un geólogo y a un topógrafo al lugar del nacimiento del volcán y posteriormente estableció un Observatorio Vulcanológico. Hoy en día, el Instituto de Geofísica de la UNAM se enfoca en la investigación de volcanes, especialmente en los monogenéticos, a través de diversas ramas de la ciencia.

La Dra. Guilbaud destaca el trabajo con biólogos y geógrafos que permite comprender la relación entre los volcanes, el medio ambiente y la sociedad. Además, realizan estudios de cartografía para entender cómo hicieron erupción y estudios de la química de sus magmas, lo que ayuda a entender por qué hacen erupción y qué procesos están involucrados.

El Parícutin es el volcán más joven del Campo Volcánico Michoacán-Guanajuato, que cuenta con más de 1,100 volcanes monogenéticos y abarca 40,000 km2. Por esta razón, Michoacán es el estado de México con mayor probabilidad de que surja un nuevo edificio volcánico.

Según el director del Instituto de Geofísica de la UNAM, José Luis Macías Vázquez, en la presentación del Congreso Internacional del Parícutin 80 Aniversario, después de los sismos de 2019 y 2022, comenzaron a aparecer una serie de sismos cerca de Los Reyes, Michoacán. Mientras que en 2020 y 2021 ocurrieron enjambres sísmicos en la zona del Parícutin-Tancítaro, lo que podría ser el antecedente del nacimiento de un nuevo volcán.

La vulcanología es fundamental para conocer los riesgos que pueden implicar los volcanes para la población, ya que en caso de erupción, las lavas podrían sepultar grandes áreas y causar movimientos de la población. Además, también se podría arrojar mucha arena que podría impactar las zonas circundantes. Las investigaciones en este campo buscan generar conocimientos para informar a la población sobre la importancia de preservar ambientes volcánicos y sobre cómo prepararse en caso de erupción.

El volcán Parícutin ha dejado una marca en la historia de la vulcanología, siendo el primer volcán que la humanidad presenció y documentó desde su nacimiento hasta su muerte. A pesar de los daños que causó, hoy en día es una atracción turística popular en México y un testimonio del poder de la naturaleza.

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