La pasión por la música clásica de Horacio Franco se gestó desde 1975, cuando Claudia Aguirre, una compañera de secudaria tocó al piano la Sonata Facile de Mozart.
Desde entonces, su travesía por el mundo musical no ha cesado para el talentoso flautista mexicano. A los 13 años, el 12 de abril de 1978, inició su carrera musical con la interpretación del concierto para Flauta de Pico, en la menor, de Antonio Vivaldi, con la Orquesta de Cámara del Conservatorio Nacional de Música, dirigida por el músico italiano, Icilio Bredo, en el Palacio de Bellas Artes.
Su familia no vió con buenos ojos su predilección por estudiar música barroca, pese a ello, a la edad de 13 años decidió ingresar al Conservatorio Nacional de Música y tuvo que estudiar el violín porque no había cátedra de flauta dulce.
De hecho fue Horacio Franco quien, a petición del director del Conservatorio Nacional de Música fundó la carrera de Flauta de Pico en dicha institución, en la que se inició como docente, para brindar a las nuevas generaciones de músicos mexicanos, la oportunidad que él tuvo que viajar a buscar a otras latitudes.
A los 16 años viajó para continuar sus estudios en el Sweelinck Conservatorium de Ámsterdam, Holanda (hoy Conservatorio de Amsterdam) con Marijke Miessen y Walter Van Hauwe, donde obtuvo el grado de Solista Cum Laude.
Más tarde, ya en México, fundó la Cappella Cervantina que más tarde se conocería como Capella Barroca de México, de la que hasta la fecha es su director.
A través de 40 años de carrera, Franco se ha presentado en los cinco continentes en salas de gran imporancia, ha dirigido y tocado con las orquestas de más prestigio a nivel mundial y su virutosismo ha estado presente en la mayoría de los festivales musicales de alto novel que se realizan en diferentes partes del mundo.
De este modo, y olvidando la promesa familiar de estudiar otra carrera profesional “si no servía como músico”, Horacio Franco siguió su trayectoria artística con la pasión y dedicación que lo llevarían a convertirse hoy en día, en uno de los más grandes intérpretes de la Flauta de Pico en el mundo.
Considerado uno de los máximos exponentes de la música clásica en México y tras haber conquistado los más grandes escenarios del mundo como el Palacio de Bellas Artes en México, Carnegie Hall en Nueva York, la Sala Filarmónica de Berlín, la sala de conciertos Tokyo Bunka Kaikan en Japón, Tzavta Hall en Tel Aviv y en muchos festivales importantes a nivel internacional, el flautista mexicano, celebró 40 años de carrera musical acompañado por la Capella Barroca.
Inspirado en su propia historia, el maestro Franco presentó el programa compuesto por siete conciertos de Antonio Vivaldi, rememorando aquel 12 de abril de 1978, cuando cumplió su sueño como solista de flauta con la Orquesta de Cámara del Conservatorio Nacional.
Después de cuatro décadas de carrera, Horacio Franco define a la música como su único y mejor medio de expresión.
El Palacio de Bellas Artes, escenario cultural más importante de México recibió, junto con el público local y extranjero, a uno de los mexicanos más destacados… al maestro Horacio Franco.
